Por Matías Candoli.
Habitualmente, las prácticas de Las Palmas son siempre tranquilas. Pero, en estas últimas semanas hay algo que rompe un poco con la monotonía. Es que, en el equipo azul del Viejo Camino a La Calera, volverá a jugar Juan Carlos Olave quien cumplirá su promesa de ponerse el buzo de arquero en un partido oficial en el club que lo lanzó al mundo del fútbol.
Y lo hará el domingo, a las 16, cuando por la 11ma. fecha del Federal B, los azules reciban a Alumni de Villa María. Y ese sueño del Juanca y de toda la institución puede ser doble. Ya que, además de volver a tenerlo defendiendo esos queridos colores, el arquero de 42 años puede compartir equipo con Thiago, su hijo mayor.
"Eso lo definirá el técnico. Ya, la sensación de entrenar con él, es única. No hay muchos que como padres hayan tenido la posibilidad de compartir entrenamiento con el hijo. Ya lo veníamos programando y gracias a Dios tengo la posibilidad de entrar a la cancha. Si las circunstancias del juego se dan como para que Thiago entre y yo siga en la cancha, va a ser seguramente hermoso", fueron las palabras del Juanca a Día a Día.
Y el hijo, fan número uno de su papá, no puede creer lo que puede llegar a pasar el domingo. “Si Dios quiere y se me da, compartir una cancha con mi viejo sería un sueño. Tenemos una felicidad los dos de compartir entrenamientos porque no es algo que pase siempre. Muy pocas veces un padre se da el gusto de jugar con su hijo y estamos esperando si se da”, pidió el delantero de 17 años. Y el juvenil, contó alguna intimidad en algún cruce con su papá: “Tuvimos varios mano a mano en los entrenamientos pero esta vez salió ganando él. Se le escaparon un par de puteaditas, por ahí”.
Juanca Olave llega temprano, se saca fotos con algunos pibes de las inferiores que lo están esperando, saluda a los utileros y enfila al vestuario. Enseguida se pone a las órdenes del Bola Alonso, el entrenador de arqueros y, cuando el técnico Ricardo Carnielli llama a la práctica del equipo, es uno más.
El revuelo de su presencia queda afuera durante el tiempo que dura el entrenamiento y, al finalizar la rutina, habló: “Hace mucho que no juego. Desde que me retiré son las primeras prácticas y tiros al arco que hago pero tenía que cumplir. Es el club de mis inicios, el que me formó no sólo como futbolista sino también como persona y que me permitió cumplir el otro sueño de jugar en el otro club que también amo como es Belgrano. Es una forma de homenajear a mi abuelo”.
Para que juegue Olave, hay dos arqueros en Las Palmas que tuvieron que cederle el puesto. Ellos son Gastón Chiatti, un emblema de los azules y Santiago Domínguez, que llegó este año al club. "Firmamos un precontrato por 90 minutos más un adicional de tres, más de eso no, jaja. Somos grandes amigos afuera de la cancha y yo, como hincha de Las Palmas, siempre se lo pedí.", declaró Chiatti.
Y Domínguez también reconoció lo importante de tenerlo al Juanca entrenando con ellos: “Soy el más chico de los tres. Todos los días se aprende algo nuevo y ellos dos me ayudan mucho y día a día se va mejorando”.
PALABRA DE DT. Carnielli, el técnico de Las Palmas, con su verborragia habitual se refirió al tema: "Es hasta un honor dirigirlo. Pero no hay que perder de vista que también es un incentivo para los delanteros rivales porque, en el diario del lunes, va a decir quién le hizo goles a Olave. O no. Pero los delanteros de Alumni le van a querer hacer un gol", cerró.
