El ex militar está preso y las pericias decidirán su suerte

El alférez que mató a un joven de 24 años en Villa Siburu está acusado por presunto "homicidio agravado por el uso de arma". La autopsia, los testimonios y las cámaras son claves para saber si fue un robo, y en tal caso las circunstancias de ese robo.

Restos de sangre en el lugar (Cadena3).
Restos de sangre en el lugar (Cadena3).

Esto es lo que se sabe por el momento.

Juan Manuel Oliva, un joven de 24 años, murió de varios disparos en un pasaje oscuro a metros de la avenida Colón, a la altura del Supermercado Makro, en barrio Villa Siburu de la ciudad de Córdoba.

Franco Londero Vaculick, un joven de 25 años, retirado de la Fuerza Aérea con grado de alférez y actualmente estudiante universitario de Ingeniería Aeronáutica, está preso en Bouwer, acusado por el "homicidio agravado por el uso de arma" de Oliva.

A eso de la medianoche de este miércoles 20 de setiembre, los testigos vieron a Londero estacionado en su Volkswagen Gol sobre avenida Colón, a la altura del bulevar del Carmen, hablando por teléfono con la ventanilla abierta.

Otros testigos escucharon minutos después varias detonaciones y, al asomarse, vieron a Oliva muerto en el suelo. Londero estaba parado al lado del cuerpo.

Lo que pasó en el medio es lo que tratan de develar los detectives del Departamento Homicidios y la fiscal del Distrito 4, Turno 4, Liliana Copello, quien instruye la causa que, según las primeras informaciones policiales, investiga un arrrebato fatal.

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"Dos sujetos que se conducían en una moto intentaron sustraer el celular a un joven quien estaba estacionado en su vehículo Gol. (la víctima) Se trabó en lucha con los mismos, y realizó disparos que impactaron en el cuerpo de uno de estos individuos, quien falleció en el lugar. El otro sujeto logró escapar", comunicó la Policía.

Sin embargo, a la fiscal Copello no le "cerró" esta versión, y ordenó el arresto del alférez.

Interrogantes. Fuentes judiciales contaron a Día a Día que las cámaras de seguridad del Makro y la avenida Colón, los testimonios y las pericias (como el resultado de la autopsia, que se aguarda con ansias en Tribunales) serán claves para la situación procesal del estudiante universitario.

Después de matar a Oliva, el alférez llamó a la Policía y entregó su pistola calibre 9 milímetros. Los servicios de emergencia constataron la muerte del joven de 24 años, y hubo momentos de tensión cuando llegaron al lugar algunos familiares y conocidos.

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Londero declaró que volvía a su casa cuando decidió frenar unos minutos a la altura del bulevar para responder un mensaje. En eso, según su versión, le arrebataron el celular, él bajó, se trabó en lucha con uno de los asaltantes y lo baleó en defensa propia.

Desde la Justicia sobran dudas. "Nadie que viva en la ciudad de Córdoba desconoce que ese no es un lugar seguro para frenar y ponerse a mandar mensajes", sostuvo un investigador.

"Estamos tratando de determinar si es cierto que frenó por eso, o si había otro motivo para estar en ese lugar y a esa hora", soltó otro pesquisa con acceso a la causa.

Lo que se corroboró es que efectivamente alguien le quitó a Londero el celular. Otra certeza es que Oliva no estaba armado -no secuestraron otra arma más que la del militar- y que cerca de allí había un motociclista, pero "en situación pasiva, sin participar", lo que desacreditaría en principio la versión policial de los motochoros.

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El celular de Londero fue secuestrado por la Policía.

Otro dato relevante lo arrojará la autopsia: ¿de cuántos balazos murió Oliva? ¿Fueron de frente o por la espalda?

"Supongamos que efectivamente haya ocurrido un robo. Hay que ver cómo reaccionó el alférez, y para eso son las pericias", apuntó otro detective.

Sucede que Londero es instructor de tiro, por lo que se supone que tiene experiencia. Y si el presunto asaltante tenía varios tiros en su cuerpo, podría ser eventualmente un indicador de alevosía, lo que agravaría su situación en caso de alegar legítima defensa.

Para ello también será clave saber si los proyectiles ingresaron por el frente o por la espalda de Oliva. En caso de que la autopsia se incline por la segunda posibilidad, la legítima defensa quedará debilitada dado que todo indicará una ejecución.

Por lo pronto, Oliva está muerto, Londero está preso y la fiscal trata de develar qué pasó en esos minutos que serán fundamentales para saber si el alférez sigue preso o queda en libertad.

Preso por un asesinato. En otro episodio de violencia, el Departamento Homicidios arrestó a un hombre de 26 años acusado de matar a otro el sábado 16 de setiembre en barrio Cooperativa Güemes de la ciudad de Córdoba.

La víctima, Juan Facundo Inaudi, de 25 años, recibió un disparo en la cabeza en la zona sur, y pereció poco después en el Hospital Florencio Díaz.

El acusado, identificado por la Policía como

Sergio Iván Garezano

, fue trasladado a Bouwer como presunto autor de "homicidio agravado por el uso de arma de fuego". Investigan si se trató de

un episodio de violencia urbana

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