No les gustaba que nadie cazara en el mismo campo que ellos. Ya antes habían discutido con otros cazadores y los habían echado de ese campo ubicado entre José de la Quintana y Villa Anisacate, cerca de la ciudad de Alta Gracia.
Con Pablo Ariel García fueron más allá: dos de ellos lo distrajeron, y un tercero le disparó en la nuca desde corta distancia.
Luego sentaron el cadáver en la reposera y apoyaron su escopeta en el regazo. Cosa que pareciera lo que en un principio pareció: un suicidio o un accidente.
Pero los descubrieron, y ahora los tres se enfrentan a una posible prisión perpetua.
Esa es la tesis con la que este jueves 7 de setiembre, en la Cámara 12° del Crimen de Córdoba, serán juzgados tres hombres por el "homicidio doblemente calificado, por alevosía y por la participación de dos o más personas" de Pablo García, un comerciante de Alta Gracia.
Gustavo Orlando López (43) y los hermanos Julio (36) y Carlos Malter (30) enfrentan un proceso por uno de los crímenes más resonantes de los últimos años en Córdoba.
Resonante por la saña con la que habría ocurrido, y resonante por el vuelco en la investigación, dado que tanto la Policía como el primer fiscal del caso se inclinaron por otras hipótesis considerando que los tres acusados decían que lo habían confundido en la oscuridad con un jabalí o un chancho y le habían disparado.
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Hasta que el caso cayó en manos del fiscal de Alta Gracia Alejandro Peralta Ottonello, quien imputó a los tres y los envió a Bouwer.
¿Cómo? Debido a que López en determinado momento quebró el pacto criminal y confesó que no lo habían confundido, sino que lo habían ejecutado en medio de una discusión.
"A sangre fría". Pablo García, "Paco", como le decían todos, tenía 36 años y era un apasionado de la caza y la pesca. Las fotos que circulan en internet lo muestran en acción, disfrutando de su hobby favorito. El 27 de agosto de 2015 fue hallado muerto, sentado en una reposera, en el campo donde salía cazar chanchos, actividad para la que tenía permiso.
Su hermano Néstor fue uno de los pilares del reclamo de justicia de la familia García, que desde un primer momento rechazó la teoría del accidente y motorizó marchas en la ciudad de Alta Gracia para exigir profundidad en la pesquisa.
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"A 'Paco' lo mataron a sangre fría", expresó Néstor. El hombre, perteneciente al cuerpo de Bomberos de Alta Gracia, contó al diario Tortuga cómo fue el momento en que encontró sin vida a su hermano: "Me fijé si estaba la llave donde la dejaba siempre y me di cuenta de que no había salido del campo y que había pasado lo peor. Los llamé a mis hermanos, entré y a unos 500 metros lo vi sin vida. Fue una escena muy fuerte que me aparece constantemente en la mente".
El abogado querellante de los García, Agustín Cafferata, destacó a Día a Día la premeditación que tuvieron los acusados en el crimen: "No fue una cosa del momento. Entre los tres pergeñaron cómo distraerlo mientras uno de ellos lo ejecutaba por la espalda, sin posibilidad de defensa".
Explicó que los involucrados no conocían a "Paco", pero que en anteriores oportunidades ya habían tenido problemas con otros cazadores que habían echado del campo mediante amenazas. "García tenía permiso para cazar en ese sector. Ellos, no. Pero no les importaba, querían apropiarse del lugar y estaban dispuestos a todo. Los Malter son gente 'pesada'", apuntó Cafferata. Sobre los motivos que tuvo Gustavo López para "quebrarse" y confesar que no fue un accidente, opinó: "Lo hizo probablemente para desligarse del plan criminal. Pero no pudo".
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Según la acusación, Carlos Malter fue el autor del disparo, en tanto que Julio Malter y López están sindicados como presuntos “partícipes necesarios” del asesinato. Los tres se enfrentan a la pena máxima, en un proceso que contará con jurados populares y el fiscal Mariano Antuña (ex fiscal de Delitos Complejos).
Una particularidad del juicio es que, al no haber testigos presenciales del hecho, la reconstrucción será en base a pericias y análisis criminológicos y forenses, lo que augura una fuerte disputa entre las partes involucradas.