Por Juan Manuel González.
Dos denuncias en Córdoba y una tercera en Buenos Aires son el esqueleto de la acusación contra el médico Carlos Laje y otras cuatro personas (tres mujeres y otro varón), detenidos por la comercialización de marihuana en "confabulación", algo así como una asociación ilícita en el marco de la ley que penaliza la producción y el tráfico de drogas.
La fiscal de Carlos Paz Jorgelina Gómez, quien subrroga el fuero Antinarco en esa ciudad, ordenó el miércoles pasado 11 allanamientos, en el marco de una investigación penal que se inició hace unos seis meses, cuando una vecina de la villa serrana (36 años, epiléptica) denunció que el consumo de aceite "Francine" le había afectado la salud.
La mujer, cuya identidad Día a Día no revela para no entorpecer la investigación judicial, aportó varios de los frasquitos que habría adquirido en la "clínica de la marihuana" que comandaba hasta el miércoles Laje, actualmente preso en la cárcel de Bouwer.
Otra denuncia posterior fue radicada ante el fiscal de Río Cuarto en el fuero Antinarco, Luis Pizarro. Esta vez, presentada por el esposo de una mujer con cáncer que sintió afectado su organismo tras la ingesta del mismo aceite, Francine, adquirido a Laje por 1.500 pesos. Como en el caso anterior, se omitirán los nombres de estas personas.
Finalmente, una tercera denuncia fue radicada en la ciudad de Buenos Aires, luego de los trastornos que la ingesta del mismo aceite le habría producido a una persona. Aunque fuentes de la investigación confirmaron la existencia de esta causa en Capital Federal, prefirieron no avanzar en los detalles, por tratarse de una jurisdicción ajena.
Sin embargo, los resultados de los allanamientos realizados por la Fuerza Policial Antinarco en 11 domicilios podrían complicar más aún de los cinco detenidos: es que la magnitud de lo incautado, la presencia de picadura de marihuana y porros y el 1,7 millón de pesos guardado en una bolsa en la casa de Laje podrían hacer que las causas se unifiquen y sean derivadas a la Justicia Federal.
De acuerdo con las fuentes de la investigación, hay un elemento clave que la fiscal Gómez analiza y que sería determinante para resolver la situación procesal de Laje y el resto de los imputados: las primeras pericias realizadas en los frascos de "aceite de cannabis medicinal" secuestraron indican que la presencia de THC y no de CBC, que es el componente que sería terapéutico según las primeras investigaciones en el mundo.
En octubre del año pasado, el neurólogo infantil Claudio Palacios explicó a Día a Día cómo actúa el aceite medicinal de cannabis: "El cannabis tiene dos componentes: el THC, que es el psicoactivo, el alucinógeno, y el CBD, que no tiene efectos psicoactivos sino anticonvulsionantes. Los aceites con un mayor porcentaje de CBD lograron, según las experiencias empíricas de miles de personas en el mundo, la disminución de las convulsiones".
Es decir que de acuerdo con las primeras pericias, el aceite medicinal que Laje y los otros imputados habrían comercializado a razón de 1.500 pesos el frasquitos estaría hecho básicamente con THC, el componente del cannabis cuya ingesta podría ser nocivo para la salud.
Respecto de la suma de efectivo secuestrada, fuentes de la investigación sospechan que se trata de dinero en negro, no declarado, lo que podría derivar en una causa fiscal.
En cuanto a la estructura, de acuerdo con las escuchas telefónicas con la que cuenta la fiscal Gómez, la hipótesis es que Laje conducía la organización desde la ciudad de Córdoba y habría contado “franquicias” en Carlos Paz (donde se radicó la primera denuncia), Mina Clavero, Huerta Grande, Villa Rumipal y Amboy.