Alumnos riocuartenses fabrican estufas de bajo consumo

Un grupo de alumnos del colegio Leonardo Da Vinci, de Río Cuarto, fabrica estufas de bajo consumo. Funcionan con desechos orgánicos, lo que reduce cinco veces el costo del gas natural.

En Río Cuarto Fabrican una estufa de bajo consumo.
En Río Cuarto Fabrican una estufa de bajo consumo.

Por Alejandra Boldo.

Para lo que muchos es basura, para otros es combustible. Algunos tiran y otros hacen leña del árbol caído. Como nada se tira, o lo que se tira más bien se transforma, entre unos y otros se puede generar, entre tantas otras cosas, energía a partir de los desperdicios orgánicos.

En eso trabajan ingenieros y alumnos de los años superiores del colegio Leonardo Da Vinci, en Río Cuarto. El equipo está fabricando estufas de bajo consumo, que funcionan con desechos orgánicos, como rezago de la poda de árboles, pellets de madera, semillas de maíz y soja y cáscara de maní.

El innovador sistema utiliza el principio de pirólisis como efecto de combustión. Este método consiste en la descomposición química de materia orgánica causada por el calentamiento a altas temperaturas en ausencia de oxígeno.

Los estudiantes y especialistas desarrollan 10 prototipos que estarán listos a fin de año. Uno de los equipos ya lleva funcionando más de 1.200 horas, con resultados sorprendentes.

En diálogo con Día a Día, Guillermo Pedruzzi, presidente de la Fundación Leonardo Da Vinci, contó que ya está en marcha el primer prototipo con un excelente éxito. Además, aseguró que con la estufa testigo se está comprobando que el uso de desechos orgánicos permite reducir cinco veces el costo del gas natural.

“Este equipo es de alto rendimiento. Esa era la principal cuestión que queríamos resolver, porque pretendemos que el ahorro energético sea el máximo posible sin resignar cantidad de calorías”, detalló el responsable de la iniciativa.

El proyecto riocuartense fue presentado al Fontar (Fondo Nacional de Tecnología Argentina del Ministerio de Ciencia y Tecnología del Gobierno Nacional), quien está promoviendo y financiando la idea. A su vez, el Inti (Instituto Nacional de Tecnología Industrial) se encarga de certificar los aparatos.

Una vez construidas, las 10 unidades serán cedidas por el colegio a instituciones y organismos de Río Cuarto, una de las cuales será el cuartel de bomberos. Pero se espera que estos prototipos sean el disparador de una línea de montaje que funcionará a través de la Escuela Fábrica, un nuevo espacio educativo que se está conformando y que busca fabricar conocimiento.

“Esta reproducción de 10 estufas y su instalación en lugares estratégicos es para demostrar que es factible. Nuestra intención es hacer funcionar este aparato con todo el material orgánico que comúnmente se tira”, remarcó Pedruzzi.

Colegio sustentable

En la escuela Da Vinci hacen mucho más que estufas de bajo consumo. Con una marcada base en la sustentabilidad, anualmente desarrollan proyectos que buscan dar respuestas efectivas en la reutilización, reciclado y reducción al máximo de los residuos.

Una de esas iniciativas es la máquina que recicla botellas. El aparato convierte los envases pet en hilos de distintos calibres que luego son utilizados como soga para fabricar diferentes productos, como las redes de los arcos de fútbol.

También un grupo de estudiantes que se recibe a fin de año construyeron paneles solares, los cuales están instalados en el edificio del establecimiento.

Otro proyecto de los profesionales y alumnos de esta escuela riocuartense es el zootropo, un vehículo de carga pequeña que usan los cartoneros para reemplazar los carros con caballos.

Con el mismo sistema empleado en las estufas, ahora también están desarrollando una caldera para calefacción central. El material para construirla lo obtienen de los autos depositados en las chacaritas.

“Nuestra intención es pensar sustentablemente. Somos humanistas y consideramos que el eje es el hombre que quiere resolver la complejidad a través de elementos tecnológicos”, explicó Pedruzzi.

Qué es

• Son 10 los prototipos de estufa que están fabricando.

• Uno está funcionando a pleno.

• El combustible es desecho orgánico.

• Permite reducir notablemente los costos de energía.

• El proyecto busca fabricar a gran escala el aparato.