El barrio La Milka, en el extremo sureste de San Francisco, está conmocionado. Es por la muerte de Juliana Andrea Chevalier, una joven de 20 años que recibió un disparo de arma de fuego en el abdomen.
La causa está caratulada como "muerte de etiología dudosa" debido a que no se sabe si se disparó de forma intencional, si se produjo el tiro de manera accidental o si en su muerte participó Alejandro Lovera (36), su pareja, un efectivo de la Policía de Santa Fe.
El uniformado estaba anoche demorado hasta que la Justicia avanzara en la investigación de las circunstancias de la muerte, que ocurrió en la madrugada de ayer en la vivienda de la Pasteur al 1.600. Lovera presta servicios en las localidades vecinas de Frontera y Esmeralda.
Juliana tenía un hijo de 3 años y hace poco tiempo estaba viviendo con Lovera.
Según publicó La Voz de San Justo, extraoficialmente se conocieron datos de la autopsia preliminar que habrían determinado que la mujer recibió el disparo a unos 30 centímetros, de arriba hacia abajo. Y que el cuerpo presentaba orificio de entrada y salida. Además, Policía Judicial y la FPA habría hallado droga en el interior de la casa.
¿VIOLENCIA DE GÉNERO? De acuerdo con los medios sanfrancisqueños, la joven habría hecho una exposición policial por violencia de género, aunque luego la habría levantado. La tía (mujer que la crío desde niña), dijo ayer que Lovera era "un hombre posesivo, una persona muy absorbente" y que Juliana había hecho "una denuncia por una cachetada y por tironearla del cabello". La investigación está a cargo del fiscal de delitos complejos Bernardo Alberione.