Es cordobesa, tiene fibrosis quística y pide ayuda para conseguir un fármaco vital

Sabrina Monteverde es una cordobesa lleva 22 años conviviendo "sin chistar" con la fibrosis quística, una enfermedad crónica y hereditaria que afecta la capacidad pulmonar de quienes la poseen. Pero llegó el momento de hacerse escuchar y para eso grabó un mensaje pidiendo ayuda para conseguir Trikafta, un remedio clave para sobrellevar la enfermedad.

"Estoy en un estado crítico, tengo fiebre. Hay un fármaco, gracias a la ciencia, que produce el freno del deterioro de la patología y nos garantiza calidad de vida. Fármaco por el cual estoy peleando hace meses", indica la joven en el relato.

"Hay un límite que no puede pasar, la Justicia. Con este video lo único que pido es un poco de solidaridad. Creo que lo más importante para todo ser humano y que no tiene valor económico es la vida y acá estoy peleando por la mía", agrega la joven entre lágrimas.

Y continúa: "La verdad, estoy muy cansada. Esta es una patología que afecta a todos los órganos. Imagínense tener que estar todo el día trabajando por todos tus órganos para mantenerlos lo más sanos posibles, y más allá de hacer el esfuerzo y de que no puedas detener el deterioro, en estos 22 años lo he hecho sin chistar. Pero la verdad, estoy cansada, estoy cansada de pelear y que no se me escuche. Necesito que la Justicia y ustedes me escuchen y me ayuden".

"Estoy muy desesperanzada, porque es como saber que hay algo que de verdad podría mejorar tu vida, y no lo podés tener. Imagínense todo lo que causa en mí", remarca la joven en su cuenta de Instagram.

"He sido paciente. He sido paciente, con todos. Con los médicos, con la Justicia, con los abogados. Porque entiendo que hay tiempos. Pero la fibrosis quística no entiende de tiempos. No entiende. Hoy en día mi cuerpo ya no entiende de tiempos. Ya no me está escuchando que tenemos que esperar. Y estoy desesperada, de verdad", enfatiza sobre el final del video.

La joven tiene como obra social Apross y pide que cubran el remedio que necesita para evitar el deterioro de sus órganos y seguir conviviendo con la Fibrosis quística.