Por Adrián Bassola
Hay muchas formas de medir el resultado de las Paso Legislativas de ayer en Córdoba, pero quizás la más gráfica sea la asunción de la derrota por parte de Unión por Córdoba a las 7 y media de la tarde, cuando no se había contado un solo voto. A las 21.30 Baldassi hablaba a sus seguidores, y el portero cerraba el búnker justicialista.
La puja Macri-Cristina se llevó puesto el esfuerzo del peronismo local de subir al ring. Córdoba volvió a bancar a morir al Presidente, y nada hace pensar que ese respaldo se vaya a resentir en octubre, cuando se realice la verdadera elección.
Para entonces, Unión por Córdoba deberá replantear su estrategia si quiere mantener al menos lo que consiguió ayer, porque Cambiemos ha demostrado que está en ganador en la provincia (y en buena parte del país).
Por este impulso, el kirchnerismo, la tercera fuerza con chances de alcanzar al menos una banca, no parece tener aire para ir por más de un escaño. Y la izquierda, nuevamente con dos canastas en octubre, casi seguramente deberá postergar dos años más su sueño de llegar a la Cámara de Diputados.
Para “pescar”, están los cuatro puntitos que dejan las cuatro fuerzas que no llegaron al piso del 1,5 por ciento.
El otro factor de incidencia será la marcha de la economía nacional, el dólar, la inflación, los precios.
Y no mucho más.