Córdoba volvió a darle un inédito respaldo a Mauricio Macri, en una elección clave para su gestión: casi la mitad de los cordobeses apoyó a Cambiemos, que consolidaba anoche el 44,6 por ciento de los votos. Macri, en su aparición nacional unos minutos antes de las 23 de anoche, lo hizo explícito: "¡Gracias a los cordobeses que fueron los primeros en apoyar el cambio!", dijo.
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El optimismo embargó a los dirigentes cordobeses de Cambiemos durante todo el domingo, a medida que llegaban los resultados de la encuesta boca de urna. En el búnker que montó la alianza en el hotel Sheraton, se pasó de la alegría a la euforia a las 19.38, cuando Juan Schiaretti entregó la elección de manera anticipada y reconoció que el peronismo se iría a dormir temprano, derrotado.
Además, Dante Rossi, el radical que decidió enfrentar al "oficialismo" del partido, hizo una elección muy buena: sus votos casi 120 mil votos sumaron para Cambiemos que orillara los 760 mil voluntades en las urnas.
A Rossi no le alcanzó para meterse en la boleta que Cambiemos llevará a la elección legislativa del 22 de octubre. Sin embargo, será difícil ningunearlo en el futuro cercano: los radicales inorgánicos se hicieron sentir ayer.
En el mano a mano con Unión por Córdoba, Cambiemos le propinó palizas en varios de sus bastiones: en Río Cuarto, por ejemplo, la diferencia fue de 10 puntos; y en los departamentos del sur, la ventaja para Cambiemos fue entre 11 y 13 puntos. En la "pampa gringa", los candidatos de Macri pisaron los 50 puntos.
Cambiemos logró su mejor diferencia en el departamento Capital y en el área metropolitana. En la ciudad de Córdoba, los porcentajes fueron de 46 a 21 por ciento, indescontables 25 puntos. También en Punilla la diferencia fue de casi 25 puntos.
Ramón Mestre, uno de los ganadores de la noche aunque no se subió al palco de los discursos, sabe que puede engancharse de la ola amarilla y soñar con la Gobernación. No la tendrá fácil: anoche nació una estrella: Héctor Baldassi, con nada, lideró esta primera campaña. Él es un amarillo puro, una creación del PRO. Habrá que ver si sobrevive a octubre, cuando el peronismo salga con toda la artillería a bombardearlo.
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Globos y palco. Pese a la contundencia de la victoria, el búnker lució montado en el hotel Sheraton semipoblado. En el momento más alto de la fiesta, cuando comenzó la repartija de globos de todos los colores, el salón apenas lucía a la mitad. Retumbó la cumbia canchera, se escuchó un poco de Abel Pintos, sonó "el Potro" Rodrigo. Los candidatos subieron al palco, se abrazaron y no se salieron del guion.
"Nuevamente Córdoba nos da el impulso en este rumbo de cambio", dijo Héctor Baldassi, estrenando el estrellato. "Hay que seguir transformando el país. El de hoy es un paso importante. Córdoba es el motor, el impulso. Y nuevamente el pueblo cordobés nos acompañó", remató. María Soledad Carrizo pareció responderle a Schiaretti y al PJ que hasta anoche insistía con su estrategia de confrontar con el Gobierno nacional. "Macri va a seguir apoyando a los cordobeses", gritó la candidata. Brenda Austin recién se acordó de agradecer a Mestre, y hubo aplausos. Ahora, octubre y el sueño de las cinco bancas.