Velázquez, el ex delantero de Instituto y Talleres al que lo rozó la tragedia

Hubo choque de cabezas con un jugador de San Miguel, en la final del reducido de Primera C. Isaías Olariaga debió ser operado por hundimiento de cráneo. El árbitro le salvó la vida al momento del golpe.

El árbitro reanimó a Olariaga, quién fue operado con éxito este domingo.
El árbitro reanimó a Olariaga, quién fue operado con éxito este domingo.

La tragedia volvió a sobrevolar las canchas del ascenso. Ocurrió el sábado último, en el partido de ida por el ascenso en la Primera C Metropolitana, cuando Isaías Olariaga chocó la cabeza con Javier Velázquez y sufrió hundimiento de cráneo. Le salvó la vida la rápida intervención del árbitro, que logró reanimarlo.

Jugaban San Miguel y Defensores Unidos de Zárate, y a los 12 minutos del primer tiempo se produjo el terrible choque a la salida de un corner. Y llevó la peor parte el jugador del equipo local, quien debió ser hospitalizado y por un hematoma intracerebral. Lo operaban este domingo, con éxito.

Velázquez, delantero que pasara por Instituto y Talleres, pudo contar en primera persona lo que ocurrió y se expresó a través de las redes sociales.

"Quiero contarles a todos los que se preocuparon por mi salud a raíz del golpe sufrido en el partido de hoy, que los estudios salieron bien, tengo la cabeza de hierro y un CRISTO de poder que camina delante mío guardándome de todo", escribió el Negro en Instagram.

El árbitro Yael Falcón Pérez fue el héroe de la jornada porque evitó que Olariaga convulcionara. Su experiencia como guardavidas fue clave.  "En la playa tuvimos muchos episodios en los que tuve que intervenir, pero nunca me imaginé que me podía pasar lo mismo en una cancha de fútbol", declaró en una reportaje en Clarín.

"Antes de empezar comprobamos que la ambulancia estaba y todo estaba en orden. Lo que pasó es que la ambulancia no podía pasar porque el micro visitante le obstruía el paso. Cuando lo pudieron mover, la ambulancia ingresó sin problemas", añadió el árbitro. Su intervención fue providencial.