Bianca, Fabricio y Alan, los nombres trágicos de lo evitable

Los tres hermanitos, de 3, 7 y 8 años, estaban solos cuando se incendió su casa en Villa el Libertador. Los dos primeros murieron, y el tercero está en estado delicado. Según la Policía, la madre había salido a bailar a Villa Retiro.

La casa en Villa El Libertador.
La casa en Villa El Libertador.

Una trampa. Eso era la casa de Villa el Libertador en la que los tres hermanitos Bianca (3), Fabricio (7) y Alan (8) fueron sorprendidos por un incendio a las 2.30 de hoy.

Las puertas estaban cerradas con llave. El fuego devoraba todo y los policías, bomberos y vecinos debieron destrozar ventanas y puertas para rescatar a los pequeños. Tanto fue el esfuerzo, que el servicio de emergencias que acudió a la calle Neiva al 5.200 atendió a tres efectivos por intoxicación con monóxido y a un cuarto con un corte en una mano.

Según la Policía, la madre de los menores, Ana Laura Liendo (29), los dejó solos para ir al baile en Villa Retiro. Al parecer, el padre de los menores vive en otra dirección porque están separados.

"Entre los vecinos le hicimos seña a la Policía y tuvimos que reventar la puerta para entrar y rescatar a los niños", contó un vecino en Cadena3. Para ello debieron usar "masas" y al entrar hallaron "a uno de los chicos cerca de la puerta, inconsciente".

"A otro lo encontramos más adentro de la casa y al tercero nosotros no lo pudimos sacar, lo hicieron los bomberos".

El gabinete técnico de Bomberos trabajó esta tarde en el domicilio para determinar las causas del incendio. Pero eso ya es un detalle: lo importante son los tres hermanitos, que fueron llevados de urgencia al Hospital Príncipe de Asturias, donde poco después se constataron las muertes de Bianca y Fabricio.

"Murieron por inhalación de monóxido, no por quemaduras", le dijo a Día a Día el subcomisario César Regina, de Bomberos. Al cierre de esta edición, Alan seguía en estado delicado por la misma causa.

La muerte de los hermanitos conmocionó particularmente a ese barrio del sur de la ciudad, cuyos vecinos expresaron su enojo en las redes sociales.

Hace exactamente un año ocurrió algo similar en barrio San Ignacio, aunque en aquella oportunidad un vecino logró rescatar a tiempo a los menores. "Tres minutos más y morían", contó.