Eran casi las 4 de la tarde cuando Luna Viera, de 5 años, salió de su casa, en el barrio IPV de Tío Pujio, hasta el quiosco que está a menos de 50 metros. Los minutos pasaron y Luna no regresaba, por lo que su mamá salió a buscarla, recorriendo el breve camino que la niña debía realizar.
Un instante antes, una vecina encontró el cadáver de la nena, tendido en el ingreso de una de las casas del sencillo barrio, en el final del poblado, distante 133 kilómetros de la ciudad de Córdoba, sobre la Ruta 9.
Así lo reconstruyeron los investigadores, según confirmaron Día a Día fuentes policiales que trabajaron los primeros minutos en el lugar, tras el hallazgo.
La niña tenía señales externas de un posible golpe, pero nada hace pensar que haya sido víctima de un intento de abuso sexual. El miércoles por la noche, el cuerpo de Luna fue trasladado hacia la morgue judicial, para la autopsia y demás pericias. El resultado de la autopsia permitirá determinar si se trató de un homicidio o de un accidente doméstico.
Los policías que llegaron al lugar comenzaron a preguntar a los conmocionados vecinos qué habían visto. Pero las calles estaban desiertas cuando Luna salió hacia el quiosco ubicado a 50 metros de su casa.
Primeras pesquisas
Luego de los primeros minutos de conmoción, los policías entrevistaron un hombre de 30 años, vecino de la casa donde fue hallado el cadáver de la nena.
De acuerdo con las primeras fojas de la causa, espontáneamente el hombre dijo que la nena estaba jugando subida a una tapia, en el patio de su casa, y que él la había empujado, provocándole el golpe contra el suelo y la muerte. Sin embargo, el relato no es confiable para la fiscal, quien espera las pericias que le permitan reconstruir ese segundo fatal del golpe.
El hombre fue detenido por disposición de la fiscal de feria, Silvia Maldonado, quien ordenó pericias psicológicas ante la posibilidad cierta de que padezca algún trastorno psicológico.