En primera persona: así vive un cordobés diagnosticado con coronavirus

En diálogo con Vía Córdoba un joven que se recupera de la enfermedad contó cómo se enteró, cómo funcionó el protocolo y cuál es su situación actual.

Remodelación en el Hospital Rawson.
Remodelación en el Hospital Rawson.

Mientras que en la jornada del martes se conocían siete nuevos casos positivos de coronavirus en Córdoba, un joven de 26 años se comunicó con Vía Córdoba para comentar que él era uno de esos casos y nos contó su historia para concientizar a la sociedad.

Uno de los primeros mitos que rodearon al contagio del COVID-19 era que no afectaba a los jóvenes y que no podían contagiarse. Eso quedó descartado desde un primer momento y este joven vino también a aclarar que él había estado de vacaciones en el Caribe y quienes vengan de esa zona también deberían estar alertas.

El viernes 20 de marzo este joven, que pidió reserva de su identidad, volvió y decidió extremar precauciones y hacer la cuarentena junto a su novia en el departamento que ambos comparten en la zona suroeste de la ciudad de Córdoba.

Y sobre este punto aclaró: "Una vez que se enteraron en el edificio vinieron a desinfectar y la intendenta del edificio activó los protocolos ante esta situación así los que viven aquí estaban tranquilos".

Ese mismo sábado ya empezó a sentir los primeros síntomas, "me costaba respirar pero por la nariz, no tenía problemas en el pecho".

A medida que pasaban las horas los síntomas se agudizaban y sintió que le picaba la garganta y tosía "muy de vez en cuando". Ante el agravamiento del cuadro su pareja decidió llamar a urgencias.

"Llegaron a mi departamento el domingo por la madrugada. Llegó la señorita, con barbijo y guantes, me tomó la temperatura y tenía 37.2, nada de que preocuparse, tenía buena oxigenación en los pulmones, irritada la garganta y no mucho más", comentó el joven que vive en la zona sureste de la Córdoba capital.

Protocolo en acción

Pero esos síntomas no quedaron ahí, la medicación que le indicaron no hizo efecto del todo y en la mañana del día siguiente despertó con dolores en el cuerpo, "más que nada en las piernas, me sentía incómodo", afirmó.​

Una vez más decidieron llamar a un número de emergencia que el Gobierno provincial puso a disposición para este tipo de casos y fue atendido por videollamada. En ese momento le aconsejaron tomarse la temperatura y que si tenía más de 37.5° llamara nuevamente para activar el protocolo por caso sospechoso de coronavirus.

Una vez que consiguió termómetro el resultado fue que tenía 37,4°, previamente había tomando una medicación por lo que decidió esperar y al cabo de una hora repitió el procedimiento y su temperatura corporal había subido a 37.7°.

"Inmediatamente llamamos a urgencia y nos dijeron que iban a mandar a una doctora que constatara todo y así activar el protocolo para que envíen una ambulancia. Llegó la doctora, con el traje correspondiente y nos dio barbijos. Me tomó la temperatura y ya tenía 38.3°, por lo que procedió a activar el protocolo. Al cabo de una hora llego la ambulancia y me trasladaron al Hospital Privado donde me atendieron en una carpa y me hicieron el hisopado correspondiente al caso".

Su vida, hoy

En el hospital le indicaron una medicación para tratar la fiebre, que el joven tomó hasta este lunes y le hicieron el hisopado correspondiente. Ya en la jornada del martes, lo llamaron desde el sector de infectología del Hospital Privado para comunicarle que el test había dado positivo, y tenía que entrar en aislamiento estricto.

Esto significa que debe permanecer en su habitación sin contacto alguno. "Si quiero salir al baño tengo que ir con barbijo y desinfectar todas las partes que se utilicen. Luego, dentro de 14 días me vuelven a hacer el hisopado, si sigue dando positivo tengo que seguir con el aislamiento estricto, y en el caso de dar negativo, tengo que hacer aislamiento preventivo de 14 días", remarcó.

Entre otras cosas que también tuvo que modificar es los hábitos de alimentación. "Me tiene que dejar la comida en la puerta y tocarla a fines de que yo salga y la pueda retirar. Obviamente que el plato, los cubiertos, vasos tienen que ser desinfectados con el mayor cuidado posible, y tengo que utilizar los mismos solamente yo".

"Hoy en día me encuentro muy bien, ya sin fiebre prácticamente, sin dolores de cuerpo cómo sentía en su momento ni picazón en la garganta", concluyó.

Aún así, lo increíble de toda la situación es que a su novia, que convive con él y con la cual viajó al exterior, no le hicieron ningún estudio ya que no presenta síntomas. "Me parece absurdo siendo que compartimos cosas aunque me mantenga aislado en el dormitorio", se sorprendió le joven.