Moody's bajó la calificación de 24 entidades financieras

El perfil macro del sistema financiero argentino pasó de "débil" a "muy débil". Algunas operan en Córdoba.

Edificio oficinas moodys.
Edificio oficinas moodys.

La calificadora de riesgo Moody's disminuyó este jueves el perfil macro del sistema financiero argentino de "débil" a "muy débil" para indicar el debilitamiento del perfil crediticio del país y bajó las calificaciones de 24 entidades financieras.

La agencia informó al mercado que la baja en la calificación abarca las evaluaciones en moneda local y extranjera en escala global y en escala nacional de 24 22 bancos, un compañía financiera y Mercado a Término de Buenos Aires (MATba).

Las entidades recalificadas son BNP Paribas, Banco Comafi, Banco Hipotecario, Banco Itau Argentina, Banco Macro, Banco Patagonia, GPAT Compañía Financiera, Banco Piano, Banco Rioja, Banco Santander Río, Banco Supervielle, Banco de Galicia y Buenos Aires, Banco de Servicios Financieros y el Banco de Valores.

También fueron afectados el Banco de la Ciudad de Buenos Aires, Banco de la Provincia de Córdoba, Banco del Tucumán, HSBC Bank Argentina, ICBC, John Deere Credit Compania Financiera, Mercado a Termino de Buenos Aires, PSA Finance Argentina, Rombo Compania Financiera, y Toyota Compania Financiera.

Asimismo, Moody's afirmó que incluye todas las calificaciones de depósitos a corto plazo en escala global, en moneda local y extranjera, de Not Prime (NP) de los bancos y compañías financieras.

"Estas acciones de calificación son consecuencia del anuncio de bajar la calificación de bonos del gobierno argentino a Caa2 desde B2 y de disminuir los techos soberanos de depósitos y deuda", precisó la calificadora.

Moody's disminuyó también el perfil macro a "Muy Débil" para indicar el debilitamiento crediticio del país mientras considera "los eventos económicos junto con la significativa exposición a deuda en moneda extranjera, la cual se ha manifestado en un debilitamiento significativo de la fortaleza fiscal del soberano en la medida que el país continua con su prolongada crisis cambiaria".

La reciente decisión del gobierno de postergar el pago de las deudas de corto plazo, así como la intención de reestructurar su deuda de mediano y largo plazo, "evidencian las crecientes presiones en las finanzas del gobierno, elevadas incertidumbre de las políticas y la expectativa de significativas perdidas para los inversores ante un evento de reestructuración".

"Si bien los bancos actualmente cuentan con niveles de liquidez elevados, sus activos líquidos están directa o indirectamente vinculados con el soberano, dado que se encuentran invertidos principalmente en Leliqs o en títulos del gobierno nacional, potenciando la vulnerabilidad", explicó la agencia.

Como contexto adicional, la calificadora interpretó que el resultado de las elecciones presidenciales primarias en agosto "generó una severa reacción del mercado, la cual a su vez aumentó la carga de la deuda, disminuyó la asequibilidad de la deuda y redujo las fuentes de financiamiento del gobierno".

"Asimismo, el deterioro de la confianza de los inversores después de las elecciones generó una disminución sustancial de los depósitos en moneda extranjera de los bancos, causando un riesgo significativo en la estructura de fondeo", sentenció.