Una particular noche se vivió este miércoles en la ciudad de Córdoba, a pocas cuadras del centro de la ciudad en uno de los restaurantes más prestigiosos y concurridos, Papagayo.
Allí, el presidente Mauricio Macri y el gobernador Juan Schiaretti compartieron una cena que se vio empañada por un clima de tensión en las afueras del restaurante.
El jefe de Estado estuvo acompañado por su esposa, Juliana Awada, mientras que el mandatario provincial fue solo, porque su mujer, Alejandra Vigo, tenía un compromiso con el gremio de amas de casa.
Los comensales decidieron comer temprano para que el jefe de Estado pudiera volver al hotel donde se hospeda y ver el partido de Boca Juniors ante Atlético Paranaense por la ida de los octavos de final de la Copa Libertadores de América.
En su cuenta de Twitter, el Presidente expresó que se trató de "un buen encuentro con el Gringo Schiaretti", aunque no trascendieron más detalles sobre los temas conversados.
Tanto antes como después de la velada entre ambos dirigentes, se vivieron momentos de tensión afuera del restaurante.
Cuando ingresaban, un hombre quedó cara a cara con el jefe de Estado y lo insultó.
A la salida, dos grupos de personas expresaron, con cánticos y gritos, cuestionamientos y respaldos al mandatario nacional.