El plan de Anahí Esperanza Salcedo no salió como esperaba. Su idea era poner una bomba casera en el mausoleo del coronel Ramón L. Falcón, en el cementerio de la Recoleta, pero el artefacto explotó antes de tiempo, razón por la cual perdió tres dedos y sufrió una grave herida en el rostro.
Según informa el diario LA NACIÓN, fuentes del caso revelaron que los investigadores recuperaron el celular de la militante anarquista, que estaba tirado en el piso, cerca del lugar de la explosión. En ese teléfono, encontraron fotos y videos de los momentos previos al ataque.
Salcedo y su acompañante tomaron fotografías de lo que esperaban sea un homenaje a Simón Radowitzky, el obrero anarquista que mató al sanguinario jefe de la Policía de la Ciudad, aquel 14 de noviembre de 1909. Incluso, según estas mismas fuentes, el estallido quedó registrado en una selfie final. Salcedo, de 34 años, que está en coma inducido en el hospital Fernández, llegó a confesar que falló el temporizador de la bomba.
En la casa de Salcedo, en Don Torcuato, encontraron un plano a mano alzada que mostraba el lugar exacto del mausoleo de Falcón dentro del cementerio.
