Trabajadores del Hospital Ramos Mejía, ubicado en el barrio porteño de Balvanera, realizan un paro de actividades por 24 horas, en reclamo de seguridad tras el ataque a golpes contra enfermeros el fin de semana.
"Estamos enfrente de una comisaría, esto está liberado", advirtió la delegada Andrea Ramírez, quien añadió que "no es la primera vez" que hay situaciones de violencia con los trabajadores de la salud y reclamó "seguridad en todos los accesos durante las 24 horas".
Según informaron, el sábado pasado enfermeros del hospital, situado en General Urquiza 609, fueron agredidos con golpes de puño y sufrieron amenazas con cuchillos en el Servicio de Clínica Médica, por lo que tuvo que intervenir la Policía.
Ramírez, delegada del gremio de estatales porteños Sutecba, añadió que "hasta la semana pasada había un efectivo de policía en la entrada y lo sacaron", por lo que reclamó que "sea repuesto y que coloquen otros en la Guardia y en todas las puertas" del establecimiento.
"Además, solicitamos que se identifique y controle a los familiares de los pacientes que ingresan de urgencia, también pedimos más profesionales para realizar el triage (método por el cual se clasifica a los pacientes", sostuvo la enfermera.