La mamá de Jano se quejó de los médicos: "Me dijeron que no tenía nada"

La mujer dijo que en ningún momento le hicieron un análisis de sangre al nene de tres años, que murió por la bacteria estreptococo. 

La mamá de Jano se quejó de los médicos: \
La mamá de Jano se quejó de los médicos: \

Jano Enrique Gómez es uno de los seis muertos en el país por la bacteria estreptococo. Su madre, Valeria, explicó que se ocupó de que lo revisaran desde el primer momento en que tuvo fiebre y se quejó de que, a pesar de que a su hijo le hicieron dos placas, los médicos le dijeron que "no tenía nada".

"El jueves de la semana pasada empezó con fiebre, y un día después lo llevé a la salita. Pensé que era una gripe normal. Lo revisaron y cuando lo auscultaron notaron que no saturaba bien el pulmón. Me dieron una orden para una placa y se la fui a hacer al Hospital Penna", relató la mujer en diálogo con TN y contó que le recetaron ibuprofeno.

El lunes el nene tenía entre 39 y 40 grados de fiebre, así que lo llevó al Hospital Garrahan con la placa. "Les expliqué a los médicos que mi hijo se quejaba que tenía dolores de cabeza y al costado del pulmón. Me dijeron que eran molestias propias de la fiebre y que no tenía nada", explicó.

Asimismoo, la mujer dijo que al pequeño en ningún momento le hicieron un análisis de sangre, que le vio una mancha (uno de los síntomas de la infección por la bacteria estreptococo) y que volvió a llevarlo a la sala de atención médica.

"Volvieron a auscultarlo, y detectaron que no respiraba bien. Tenía la garganta roja, y me hicieron una orden para que le hiciera un hisopado", explicó Valeria, que llevó nuevamente a Jano al hospital Penna y luego lo derivaron al Elizalde donde finalmente murió.

Síntomas y cómo prevenirlo

Produce anginas, faringitis infecciosa, enfermedades de la piel infectocontagiosas (escarlatina), reuma infeccioso y afecta el tejido cardíaco. Además, se manifiesta con fiebre alta.

Según los expertos, el germen de la bacteria se aloja generalmente en la garganta y en la piel, y suele proliferar en las semanas previas al fin del invierno.

Además, se diagnostica por cultivo de hisopado de fausces y se combate con antibioticos.

Para evitar contraer la bacteria, son importantes las medidas de higiene -lavarse las manos- y no automedicarse.