Toma de rehenes en Caballito: tras ocho horas, los delincuentes liberaron al último policía y se entregaron

Dos sujetos que intentaron robar una veterinaria, terminaron atrincherados en una casa ubicada en Puan al 651. A las 4 de la mañana liberaron al ultimo rehén. 

Toma de rehenes en Caballito: tras ocho horas, los delincuentes liberaron al último policía y se entregaron
La Policía ya pidió un mediador para negociar con los delincuentes\u002E

El oficial de la Policía de la Ciudad que permanecía desde anoche como rehén de dos delincuentes armados dentro de un patrullero fue liberado cerca de las 4:30 de esta madrugada. Luego, los dos sujetos se entregaron después de ocho horas de tensión.

Todo comenzó pasadas las 20, cuando dos delincuentes armados asaltaron una veterinaria ubicada en la esquina de la avenida Directorio y Puan, en el barrio porteño de Caballito. Un policía de la Ciudad que se encontraba de custodia en las inmediaciones, al ser alertado del episodio por un vecino y tras irradiar el alerta, intentó detener a los ladrones que escaparon por los techos.

Cuando intentaban escapar, ingresaron en una vivienda donde mantuvieron cautivos a un matrimonio y a su hijo, que fue quien alertó a la policía.

Los asaltantes liberaron a la familia cuando llegó la Policía, pero tomaron de rehenes a dos agentes y se atrincheraron con ellos.

Minutos después, los delincuentes intentaron escapar en el patrullero que estaba frente a la casa, pero el vehículo fue rodeado por al menos una decena de móviles de la fuerza de seguridad.

Por ello, se atrincheraron en el patrullero con dos policías de rehenes y con unas seis armas y dos chalecos antibalas de los dos uniformados que quedaron maniatados y esposados adentro de la casa.

Un mediador se puso en contacto con los ladrones mientras integrantes del Grupo Especial de Operaciones Federales (GEOF) ocupaban lugares estratégicos para evitar cualquier intento de fuga.

Uno de los policías cautivos, tras tensas negociaciones, fue liberado ileso alrededor de las 2 de la madrugada.

Los ladrones, en conversaciones posteriores, exigieron al mediador comida y la presencia de los canales de televisión.

Minutos después de las 4 llegó un móvil de televisión con un equipo periodístico ante quienes, a las 4.35, se entregaron tras liberar al segundo rehén.