Después de las idas y vueltas entre la ciudad de Buenos Aires y la Nación, la ministra de Educación porteña, Soledad Acuña, aseguró: "Vamos a adecuar lo que haya que adecuar del protocolo" para abrir las escuelas a unos 6000 alumnos que no tienen conectividad.
Acuña adelantó que no llevarán el asunto a la Justicia, y se mostró sorprendida por el rechazo de Nación ya que dos semanas atrás había llegado a un acuerdo con el ministro Nicolás Trotta, que luego se diluyó, contó.
El plan de la Ciudad, que se elevó para aprobación a los ministerios de Salud y Educación de la Nación, es para abrir las escuelas y dictar allí clases virtuales a los chicos que no tienen acceso a internet en sus casas, unos 6500 estudiantes. Pero Nación rechazó el proyecto.
"No vamos a resignarnos a no ponernos de acuerdo en un tema tan prioritario como es la educación", dijo ahora Acuña, y pidió a su par nacional, Trotta, una reunión con los titulares de Salud del país y la Ciudad para seguir trabajando en el tema.
Según el proyecto y protocolo presentados, las escuelas abrirían "espacios digitales" de 15 chicos máximo por institución, con 15 metros de distancia en las aulas y no más de cuatro horas por día.
"Habíamos hablado con el ministro Trotta que sí era una opción empezar abriendo las escuelas que están en barrios vulnerables, todos los puntos son para analizar en conjunto", dijo. "Cada día que pasa es un día donde perdemos una oportunidad de acercarlos a la escuela y ellos pierden una oportunidad de aprendizaje".
"Trotta me llamó antes de la conferencia de prensa para comunicarme la decisión basada en cuestiones epidemiológicas", contó también Acuña, inconforme con la respuesta. "Hoy estamos con los mismos números que estábamos hace dos semanas cuando llegué a un acuerdo con el ministro Trotta para que se puedan abrir los espacios digitales", dijo.