Las ferreterías se reinventan por las compras femeninas

Ellas se involucran cada vez más en tareas como iluminación, plomería básica, jardinería, reparaciones en maderas y metales, diseño y decoración. (De La Razón)

Ferreterias
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Cambiar una lamparita, arreglar el cuerito de la canilla, pintar el sillón o reparar un adorno, ya dejó de ser un rubro exclusivo para hombres. Las nuevas tendencias reflejan que las mujeres ganan cada vez más espacio en los arreglos de la casa. Porque viven solas, porque su marido está de viaje, porque les gusta innovar... Más allá de las razones, la Cámara de Ferreterías y afines de la República Argentina (CAFARA), refleja que la brecha entre varones y mujeres que visitan ferreterías se achica cada vez más. La diversificación de las tareas dentro y fuera del hogar y el crecimiento de la cantidad de mujeres responsables de mantenerlo, las llevaron a explorar tareas antes desconocidas y negocios que les proveen los materiales necesarios. Por eso, ya se observan algunos cambios en los hábitos y costumbres en este tipo de comercios.

Desde CAFARA revelaron que que las amas de casa destinan entre 3 y 4 horas diarias a realizar este tipo de prácticas, mientras que aquellas que trabajan lo hacen durante el fin de semana. Según la Cámara, las tareas en las que se involucran son: arreglos en iluminación, plomería básica, jardinería, reparaciones en maderas y metales, diseño y decoración.

Como consumidoras, las mujeres son consideradas grandes aliadas del rubro ferretero. Por un lado, a diferencia de los varones, suelen llevarse más productos que los que estrictamente fueron a buscar, ya que piensan en otras necesidades que pueden surgir en el hogar o en reparaciones y arreglos que podrían realizar en el mediano y largo plazo. En ese sentido, las ferreterías barriales fomentaron estas prácticas al incluir en su oferta otros productos de bazar o artísticos.

Mariana Ribero, quien estará presente en ExpoFerretera (ver recuadro), abrió hace 12 años un local junto a su hermano. Con una larga experiencia en el rubro, comenta que las mujeres “por lo general comienzan a ir porque están solas y deben hacer arreglos en sus casas o porque han incursionado en el rubro de la mano del trabajo manual”.

Es que cada vez son más las mujeres que viven solas: según un informe de la Dirección General de Estadísticas y Censos de la Ciudad de Buenos Aires, ya en 2010 casi la mitad de los hogares eran encabezados por una mujer (46,6%).

Mientras tanto, el crecimiento del trabajo manual llevó a que los ferreteros incluyan productos que antes sólo se encontraban en locales de artísticas, como pinceles para pintar con óleos o acrílicos, espátulas de pintor, máquinas de reloj o imanes.

Por otro lado, también crece la tendencia del “hágalo usted mismo”, por la necesidad de bajar presupuestos y a la vez reparar, mejorar o mantener el hogar sin recurrir a un profesional. Y la consulta y el asesoramiento del ferretero del barrio sigue ocupando un rol importante, más allá de lo que se aprenda por la web.