Centenares de personas formaron desde anoche una fila de varias cuadras a la espera de que se abrieran las rejas de la iglesia de San Cayetano en el barrio de Liniers, donde desde la medianoche pudieron ingresar para pedirle al santo cristiano por trabajo y salud o agradecer por distintos motivos.
En el camino a la iglesia, la música de chacareras, el mate compartido, las rondas de oración y los puestos de venta de estampillas, rosarios e imágenes de San Cayetano pueblan las veredas y calles de un barrio en el que, año tras año, los vecinos sienten la fe de los miles de devotos que se acercan desde distintas partes del país a rezarle al patrono del Pan y del Trabajo.
Muchos de los que esperaron en la fila lo hacen desde hace varios días, pero el primero de todos es Horacio Interliggi, que no se pierde una vigilia del santo desde hace 54 años.
"Primero venía a pedir. Tuve una vida complicada, con problemas de salud y dos chicos que mantener, pero ahora solo agradezco y pido por los que sí tienen necesidades", contó a Télam el vecino de Tapiales quien ya se saluda con familiaridad con los "compañeros de fe" de la primera cuadra de fila, que suelen ser siempre los primeros en la fila desde hace varios años.
Las marchas
En el contexto de la fiesta religiosa de San Cayetano, organizaciones sociales, políticas y sindicales, realizarán una marcha desde las inmediaciones del santuario hasta la Plaza de Mayo para reclamar al gobierno "la sanción inmediata de la Ley de Emergencia Alimentaria".
Los manifestantes se concentrarán a las 8.30 en el cruce de las avenidas General Paz y Rivadavia y desde allí se movilizarán a Plaza de Mayo con la consigna "Pan, paz, tierra, techo y trabajo".
Los devotos de San Cayetano aguardan desde hace semanas en carpas o a la intemperie en los alrededores del templo para participar de esta fiesta religiosa.
A partir de las 4 y hasta las 11 se oficiarán misas a cada hora, y entre las 13 y las 23 cada dos, desde el altar levantado sobre la calle Cuzco. La misa central, a las 11, será presidida por el cardenal Poli.