Más de un millar de gendarmes y policías realizaron esta mañana numerosos allanamientos en la villa 1-11-14 del barrio porteño del Bajo Flores, en busca de drogas y delincuentes, informaron fuentes del Ministerio de Seguridad de la Nación.
Las fuerzas policiales y de seguridad iniciaron esta madrugada un gigantesco operativo para desbaratar bandas de narcotraficantes y detener a sus integrantes, apresar a delincuentes prófugos de la Justicia refugiados allí y desbaratar talleres clandestinos que funcionan en el lugar.
Las fuentes indicaron que, como consecuencia de los primeros allanamientos, que en las primeras horas de la mañana ya eran más de 30, varias personas fueron detenidas y se secuestraron drogas y armas.
La cabeza del narcotráfico
El objetivo de los operativos: golpear a la banda del peruano "Marcos" Estrada González, el narco más célebre del país y el máximo capo en la historia del asentamiento con casi 20 años de dominio a sangre y fuego, tras tareas previas de inteligencia que la Superintendencia de Drogas Peligrosas de la PFA llevó adelante durante meses.
Estrada fue detenido también por la PFA en diciembre pasado en su casa del barrio La Celia en el country La Celia de Ezeiza. Junto a él cayeron su suegra, su esposa y al menos una decena de miembros de su banda. Estrada hoy está detenido en el penal de Marcos Paz, su celda es requisada regularmente por el Servicio Penitenciario Federal, que lo somete a un monitoreo constante por riesgo de corruptibilidad. No se le encontraron, por ejemplo, teléfonos celulares. Sin embargo, la PFA allanó su celda en Marcos Paz a comienzos de esta mañana en busca de anotaciones y cuadernos.
Qué se secuestró
Se incautó dentro de los domicilios allanados una importante cantidad de panes de marihuana, balanzas y otros elementos necesarios para la producción y venta de droga.
Explosivos de minería
Según se informó, el jefe de una de las bandas de narcos desbaratada por la Policía Federal y la Gendarmeria durante los allanamientos en la villa 1-11-14 tenía en su poder seis panes de un poderoso explosivo listo para ser utilizado.
Al sospechoso de nacionalidad paraguaya le secuestraron seis panes de 100 gramos de pentonita cada uno además de detonadores y cordones para activar los explosivos y regular el tiempo de la detonación. Los dispositivos estaban listos para ser activados, con una capacidad de daño muy alta, que incluso se podía duplicar con el uso de amonal.
Se cree que los explosivos iban a ser utilizados en contra de otros narcotraficantes de la zona.