Un maquinista frenó a tiempo el tren y le salvó la vida a una beba de un año y medio

Sebastián González maneja el Belgrano Norte y años atrás había protagonizado un caso similar, aunque no lo había logrado. 

Un maquinista frenó a tiempo el tren y le salvó la vida a una beba de un año y medio (Foto: Clarín)
Un maquinista frenó a tiempo el tren y le salvó la vida a una beba de un año y medio (Foto: Clarín)

Sebastián González (37) es maquinista del tren Belgrano Norte y protagonizó un hecho más que significativo: logró frenar a tiempo la formación y salvarle la vida a una beba de un año y medio que se encontraba deambulando por las vías. El suceso se viralizó gracias a Karina del Milagro Correa, esposa de González, quien realizó una publicación en Facebook.

El hecho ocurrió la semana pasada, el miércoles por la mañana. González estaba aproximándose a la estación de Tierras Altas, en Malvinas Argentinas, cuando una extraña figura a lo lejos llamó su atención. Recién a 300 metros de distancia, el maquinista se dio cuenta de que era una nena.

"Me guié por la intuición y decidí usar el freno de emergencia. Como estaba a 2.000 metros de la otra estación, el tren tardó en detenerse porque venía a 60 kilómetros por hora", relató a Clarín el vecino de Tortuguitas que hace 14 años conduce el Belgrano Norte.

Sebastián González (derecha) junto a un compañero  (Foto: Clarín)
Sebastián González (derecha) junto a un compañero (Foto: Clarín)

Milagrosamente, la formación se detuvo a una mano de distancia de la criatura. "La nena apenas sabía caminar pero alcanzó a dar unos pasitos. Gracias a Dios, porque si no la historia hubiera sido otra", contó González. El hombre bajó del tren para solicitar la ayuda de las autoridades, pero una chica de 14 años apareció rápido y se llevó a la beba.

Una década atrás, el maquinista había vivido una experiencia trágica al embestir a una nena de 11 años: "No se pudo hacer nada y me quedé con el remordimiento", reconoció. Esta vez, la historia tuvo otro final. Al terminar la jornada laboral, González fue a buscar a sus dos hijas al colegio y las llevó a su casa, donde le contó la historia a su mujer.

Todo indica que la beba vivía en un asentamiento en terrenos linderos al ferrocarril. Para prevenir los accidentes pusieron un alambrado, pero suelen ser vandalizados.