Solidaridad azuleña: hace barbijos y los deja en la puerta de su casa para quienes lo necesitan

Florencia Boero es docente y su gran gesto en medio de la crisis sanitaria se volvió viral en las redes sociales.

"Si no tenés barbijo, te regalo uno. De esta salimos entre todos. Cuídate y ayuda a cuidarnos", dice un cartel en una puerta de vidrio sobre la calle Olavarría, antes de 25 de Mayo. La autora es Florencia Boero, una docente azuleña, quien en medio de la pandemia decidió dar una mano a sus vecinos. La imagen de su puerta, y su enorme gesto solidario, se volvieron virales en las redes sociales.

"La verdad es que no me esperaba todo esto porque creo que hay muchas personas que ayudan a ayudar. Empecé a hacer los barbijos desde el primer domingo de aislamiento. Antes de arrancar, le pregunte a una amiga enfermera si podía usar tela que tenía para hacerle una bandera de Boca a mi hijo que nunca hice, y una vez que me dijo que sí, comencé. Hice barbijos para el Hospital Pintos, para el de Niños y después seguí con los transportistas, por que mi papá y mi hermano son camioneros y ellos necesitaban", cuenta orgullosa Florencia en dialogo con Vía Azul.

La docente azuleña contó que siguió repartiendo tapabocas en los comercios de su barrio y el domingo a la noche que el municipio informó que el uso de tapabocas iba a ser obligatorio, ella decidió seguir ayudando. "Me imaginé que mucha gente no tendría para ir a trabajar porque no se consiguen, o son caros, así que me levanté y escribí con un fibron el cartel en la puerta de mi casa y empecé a dejarlos ahí", relata Florencia.

"Ese lunes puse algunos, y al rato mi hijo me avisó que no había más y volvimos a pegar más barbijos. Después de eso sonó el timbre varias veces para decirme gracias. No sé cuántos hice, ya perdí la cuenta. No los cuento, los hago y los pego con bolsas para evitar que se contaminen", relata la maestra que también lleva tapabocas en su mochila cuando va a hacer compras y se los regala a los que no los usan. "Parece que se los impongo, pero es para que se cuiden y ayuden a cuidar, sobre todo a la gente mayor, que podrían ser los abuelos que no tengo", afirma.

"A raíz de que se corrió la bola, muchos comenzaron a encargarme tapabocas. Me pedían 10, 15 y dije que no porque no los hago rápido y no tengo mucho material. Reparto mis tiempos dando clases y prefiero sinceramente ayudar un poquito a cada uno. Si doy diez, ayudo en particular a un grupo y necesito llegar al que no puede, al que sí o sí tiene que salir", explica Florencia, que trabaja dando clases virtuales a sus alumnos de sala de 5 y también ayuda a nenes de primero, segundo y tercer grado grado en sus deberes.

"Quiero volver a ver a mi gente, mi familia, quiero que mi ciudad y mi país salga pronto adelante. Pero si no ayudamos, los médicos solos no pueden", cierra la entrevista Florencia con un mensaje esperanzador. Entre tantas malas noticias, actitudes como las de esta maestra azuleña dan esperanzas en medio de la pandemia.

Para contactarla, pueden escribirle a su Facebook.