La carrera inflacionaria volvió a sobrepasar todos los pronósticos y en febrero saltó 3,8 por ciento, impulsada por el alza de precios de los alimentos, de los servicios públicos y del combustible.
El Instituto Nacional de Estadísticas y Censos (Indec) informó que esa fue la evolución del Índice de Precios al Consumidor (IPC), que en lo que va del año ya acumula un arrastre de 6,8 por ciento.
Al igual que en enero (cuando el IPC avanzó 2,9), la variación de febrero superó las proyecciones privadas e incluso las que se contemplan en el Relevamiento de Expectativas del Mercado (REM) que elabora el Banco Central, donde se preveía que la suba sería del 3,5%.
El Indec indicó que la inflación núcleo (de los precios que no están asociados con cuestiones estacionales) fue de 3,9 por ciento y desde diciembre pasado ya suma una ganancia de 7 por ciento.
Los sectores que determinaron la tendencia fueron los de “alimentos y bebidas no alcohólicas” (5,7%), “Vivienda, agua, electricidad, gas y otros” (6,4%), “Restaurantes y hoteles” (3,6%), y “salud” (3,2%).