El juez federal de Dolores, Alejo Ramos Padilla, envió un informe a Eduardo Casal, procurador general de la Nación y jefe de todos los fiscales, en el que detalló los graves hechos "presuntamente ilícitos" que le atribuye a Carlos Stornelli, uno de los fiscales que investiga la causa de los cuadernos de las coimas.
Stornelli estaba citado a declarar el miércoles pero no se presentó; en cambio, recusó al juez por "pérdida de objetividad" y señaló su incompetencia territorial.
Según se desprende del escrito de Ramos Padilla, las imputaciones a Stornelli se multiplicaron a raíz de los allanamientos realizados tras la primera denuncia por extorsión que hizo el empresario agropecuario, Pedro Etchebest, a fines de enero.
En esos procedimientos se secuestraron presuntas pruebas que darían cuenta de una asociación ilícita entre Stornelli y el falso abogado ya detenido Marcelo D’Alessio, con el fin realizar espionajes ilegales, extorsiones y cámaras ocultas sobre al menos seis personas, cinco de ellas vinculadas a investigaciones del fiscal. Según el juez, Stornelli conocía a D’Alessio “como un agente de la DEA” y por lo tanto sabía que “no poseía atribuciones legales” para desarrollar determinadas actividades.
Las amenazas a un exdirectivo de PDVSA
En primer lugar, Ramos Padilla le imputó a Stornelli haber tomado parte de amenazas hechas a Gonzalo Brusa Dovat, exdirectivo de la petrolera venezolana PDVSA, para obligarlo a declarar como “arrepentido” en la causa de los cuadernos y a dar una serie de entrevistas mediáticas, entre otras, al periodista Daniel Santoro.
La maniobra de “apriete” sobre Brusa Dovat habría sido “llevada adelante materialmente por D’Alessio […] y cada paso de la operación le iba siendo reportado al fiscal Stornelli”, afirma Ramos Padilla.
Brusa Dovat declaró en la fiscalía de Stornelli el 4 de febrero de 2019 y denunció que la sucursal argentina de PDVSA fue “usada para triangular y lavar divisas” con el complicidad de funcionarios kirchneristas y una conexión uruguaya.
De hecho, según el juez de Dolores, el propio D’Alessio habría llevado en camioneta a Brusa Dovat a Comodoro Py y hasta estuvo presente en el despacho del fiscal durante su declaración, pese a no tener matrícula de abogado.
“D ́Alessio permaneció conversando con Stornelli […] y hasta filmó la escena y tomó fotografías de las copias del acta de declaración testimonial, la que compartió con periodistas y otras personas vinculadas a los servicios de inteligencia y hasta con el propio Pedro Etchebest”, detalló Ramos Padilla.
Cámaras ocultas a abogados
Otro hecho que Ramos Padilla le imputó a Stornelli es haberle reclamado a D’Alessio que le haga una cámara oculta al José Manuel Ubeira, abogado de Oscar Thomas, el ex titular de la Entidad Binacional Yaciretá imputado en la causa de los cuadernos.
El plan era “involucrarlo en una presunta y falsa maniobra extorsiva que tendría como objetivo (aparente) perjudicar al propio Stornelli”, según el juez. Ese ardid se habría terminado de planificar el 8 de enero, en la reunión entre Stornelli y D’Alessio en Pinamar, de la cual Etchebest denunció haber sido testigo a la distancia. Una de las pruebas estaría en las anotaciones que D’Alessio hizo durante la reunión en un cuaderno, el cual fue incautado en el allanamiento de su casa.
La segunda cámara oculta sería a Javier Landaburu, abogado del empresario Eduardo Eurnekián, entre otras personas. Según refirió Etchebest en su denuncia, durante el viaje a Pinamar, D’Alessio le contó que Stornelli le había pedido que haga esta maniobra para “hacer un daño” a Landaburu, quien tenía intención de hacer una presentación ante escribano público señalando que el fiscal Stornelli había “coaccionado y agredido verbalmente” a Paolo Rocca y Carlos Wagner, imputados en la causa de los cuadernos, durante una reunión en su despacho de la Fiscalía Federal Nro. 4.
El misterioso piloto peruano y las extorsiones
Por otro lado, Ramos Padilla afirmó que Stornelli, con algún fin desconocido, le pidió a D’Alessio que investigue a Jorge Christian Castañón, un piloto peruano de United Express, empresa subsidiaria y de cabotaje de United Airlines.
Además, el juez denunció que Stornelli estaba al tanto de las maniobras de D’Alessio, pero que no hizo ninguna denuncia ni investigación al respecto.
Según el escrito, el 8 de octubre de 2018, Pablo Barreiro, secretario privado de la expresidenta Cristina Kirchner, declaró ante Stornelli por la causa de los cuadernos. Ese día dio detalles de su rol como secretario, pero también le dijo a Stornelli que se sentía “amenazado” por los abogados D’Alessio, Carlos Liñani y Rodrigo González, que le habían dicho tener “un estrecho vínculo” con el fiscal y que para no quedar detenido en esa causa, debía “arreglar” con ellos.
Por último, el juez Ramos Padilla volvió a presentar el caso de Etchebest, la denuncia que disparó todo. El 28 de enero, el productor agropecuario se presentó al Juzgado Federal de Dolores para denunciar que D’Alessio le había exigido 300.000 dólares en nombre de Stornelli, para que el fiscal no lo involucre en la causa de los cuadernos, ya que supuestamente había sido mencionado por Juan Manuel Campillo, un imputado colaborador de la causa.