Donald Trump reveló la razón por la que no quiere tener un perro en la Casa Blanca

El mandatario fue contundente cuando elogió a un canino del servicio secreto que detectó drogas.

Donald Trump. (EFE/Michael Reynolds).
Donald Trump. (EFE/Michael Reynolds).

El presidente Donald Trump no oculta que no es un amante de los perros. De hecho, en un acto, el mandatario ponderó la habilidad de los pastores alemanes del servicio secreto para detectar drogas, pero dejó perfectamente en claro que no necesita en su vida cotidiana la compañía canina que cultivaron algunos predecesores suyos.

"Honestamente, no me molestaría tenerlo, pero no tengo tiempo", dijo el Presidente en un acto de campaña en El Paso, Texas, luego de mencionar cómo vio a un pastor alemán descubrir las drogas ocultas en una caja.

"¿Qué dirían de mí si apareciera paseando un perro en el jardín de la Casa Blanca?", planteó.

"No sé... no me siento cómodo. Me siento un poco como un farsante", expresó meneando la cabeza. Además, Trump aseguró que "mucha gente" le ha dicho que debería tener un perro porque "conviene políticamente".

De esta manera, Trump se aparta de una larga tradición presidencial. Barack Obama tenía canes de agua portugueses llamados Bo y Sunny; George W. Bush tenía terriers escoceses llamados Barney y Miss Beazley. Mientras que Bill Clinton tenía a Buddy, un labrador color chocolate, y un gato llamado Socks.

Barack Obama con su perro. (AP).
Barack Obama con su perro. (AP).

El vicepresidente Mike Pence tiene varias mascotas, entre ellas un pastor australiano llamado Harley, un conejo llamado Marlon Bundo y una gata llamada Hazel.