En un trabajo estimado entre 12 y 14 horas después de que concluyera la perforación de 60 metros de la galería vertical paralela, se han encontrado nuevas dificultades técnicas en dicho proceso.
Los trabajos para rescatar a Yulen, el niño de dos años que cayó hace más de una semana en un pozo de 25 centímetros de diámetro y 110 metros de profundidad en Totalán, Málaga, han seguido sin descanso y se prevé culminar el encamisado. Una de las mayores dificultades es encajar la ventana desde la que los especialistas de la Brigada de Salvamento Minero de Hunosa comenzarán a cavar unos cuatro metros en horizontal, a 72 de profundidad, para llegar hasta el pozo donde se encuentra el pequeño. En esto se estiman unas 24 horas por lo que se llegaría ya el 23 de enero.
El equipo de ocho mineros bajará de dos en dos en la cápsula diseñada por el director técnico del Consorcio Provincial de Bomberos de Málaga, Julián Moreno; y fabricada por dos herreros malagueños.
Lo que se continúa haciendo en estos momentos, previo al descenso de la brigada, está más definido, según explicó el delegado del Colegio de Ingenieros, Canales y Puertos, Ángel García Vidal, quien señaló también que el trabajo que deberá ejecutar la brigada "no es nada fácil".
Los operarios han empleado 55 horas para la finalización de la galería vertical de 60 metros de profundidad, lo que supone una velocidad de 1,1 metros a la hora, que se ha visto ralentizada en ocasiones por la gran dureza de los materiales. Como se ha venido indicando estos días por parte de los técnicos, se está ejecutando, a contrarreloj, una auténtica obra de ingeniería civil.
Antes de tener conocimiento de estas dificultades que vuelven a ralentizar el operativo de rescate, el delegado del gobierno español en Andalucía, Alfonso Rodríguez Gómez de Celis, indicó que esperaba "un final feliz a lo largo del día de hoy y mañana".
Por su parte, el ex jefe de la Brigada de Salvamento Minero de Hunosa, Santiago Suárez, explicó detalles del complejo procedimiento con el que un equipo de ocho mineros intentará rescatar al niño Julen, que obligará a los rescatistas a trabajar de rodillas y en turnos de 40 minutos.
Primero, los mineros bajarán de a dos y trabajarán elevados desde el ascensor que utilizarán para descender, ya que necesitan espacio para colocar los escombros que van produciendo.
El acceso horizontal lo harán empleando martillos mecánicos y, en caso de encontrar roca dura, deberán realizar "micro voladuras" con explosivos. Todo el procedimiento, incluido el que utilizarán para sostener el techo y los laterales -apuntalados con madera- es típico de la minería de carbón, explicaron los expertos.
La excavación de los tres o cuatro metros que separan el túnel vertical perforado en paralelo al pozo en el que cayó Julen puede tardar hasta 24 horas.
En tanto, la justicia española abrió una investigación para determinar las circunstancias exactas en las que Yulen, del que no se conoce el estado de salud, cayó al pozo el domingo 13 de enero mientras se encontraba con sus padres en una finca familiar en el monte de Totalán.