Hacia 2019: el Peronismo Federal busca a la centroizquierda como aliada

Quieren ensanchar la llamada avenida del medio, y así pugnar con expectativas en las presidenciales del próximo año.

Schiaretti habló del presupuesto.
Schiaretti habló del presupuesto.

El Peronismo Federal confirmó su disposición a buscar una alianza con la centroizquierda, ensanchar la llamada "avenida del medio", y así pugnar con expectativas en las presidenciales del próximo año.

En Santa Fe, adonde fue a firmar un convenio para construir un acueducto interprovincial, el gobernador Juan Schiaretti dijo algo al respecto: "al país no lo salva un partido solo ni un hombre provindencial" y aludió a la necesidad de "conformar un espacio político que supere la grieta y sea la posibilidad de salir de la crisis".

Schiaretti lo dijo en la provincia donde una alianza socialista y radical gobierna desde 2007, y tras reunirse con su par santafesino, el socialista Miguel Liftschitz, y con el gobernador de Entre Ríos, Gustavo Bordet, otro peronista federal.

Si Schiaretti verbalizó la necesidad de convocar al electoralmente poderoso progresismo santafesino (habló de recrear un pacto entre “fuerzas progresistas”, similar al modelo chileno), un día antes, Sergio Massa, el peronista que viene batallando desde 2013 (sin éxito, por ahora) por ensanchar la tercera vía alternativa a Cambiemos y al kirchnerismo, pasó a la acción.

Junto a sus equipos técnicos (los diputados Marco Lavagna, José Ignacio de Mendiguren y Graciela Camaño), Massa compartió en la Capital Federal una reunión con los socialistas Lifschitz y Miguel Bonfatti, la líder del GEN Margarita Stolbizer, Humberto Tumini (Libres del Sur) y el radical Ricardo Alfonsín, alejado en los hechos de la alianza Cambiemos que integra su partido.

“Hoy tenemos que buscar coincidencias en los programas de gobierno; después veremos si podemos hablar de alguna fórmula compartida”, sostuvo el socialista Lifschitz. Su nombre, días atrás, había sido mencionado por el gobernador peronista de Salta. Juan Manuel Urtubey directamente habló de encabezar una fórmula presidencial en compañía de Lifschitz. “Urtubey ya estuvo por Rosario y mantuvo una reunión con Fein”, comentó a este diario, un allegado a la intendenta socialista.

El salteño compone la cuarta pata del Peronismo Federal (las restantes son Schiaretti, Massa y el senador nacional Miguel Angel Pichetto). Todos, de alguna manera, presidenciables (en el primer lugar de la fórmula, claro). Ninguno de ese cuarteto quiere participar de una interna peronista que incluya al kirchnerismo.

La alianza electoral que sellaron Massa y Stolbizer en la provincia de Buenos Aires en 2017, representa un antecedente concreto de acuerdo entre sectores peronistas (anti-K) y grupos progresistas. La experiencia no fue exitosa y ambos quedaron fuera del senado nacional. Pero desde el entorno del ex intendente de Tigre, explicaron a este diario que “el contexto ha cambiado”, y que hoy existe cierta orfandad política en parte del electorado que votó a Cambiemos.

Massa y Stolbizer
Massa y Stolbizer

“Si Schiaretti y el Peronismo Federal quieren fortalecer una tercera opción electoral competitiva, buscar una alianza con el progresismo es una obviedad”, afirmó Lucas Romero, director de Synopsis Consultores, en charla con este diario.

“Existe un tercio del electorado posicionado en apoyo al oficialismo; después hay otro tercio posicionado junto a la principal fuerza opositora, el kirchnerismo, en el extremo opuesto de aquel tercio. El Peronismo Federal quiere estar en el medio. Pero ocurre que las dos posiciones más extremas y más competitivas (macrismo y kirchnerismo), tienen una dinámica centrífuga, como un Kohinoor y se chupan todo lo que cae en el medio. La única probabilidad que tiene el peronismo federal de ser competitivo en una tercera posición, junto al socialismo, es ofreciéndose como alternativa antikirchnerista. Es muy difícil que el Peronismo Federal pueda sacarle votos a Cristina, quien mide el doble de Massa, parándose como un ‘opositor duro’. El kirchnerismo es visto como la oposición más dura al gobierno”, agregó Romero.

“Por eso creo que el Peronismo Federal debe buscar votos en el universo anti-kirchnerismo, allí donde dominó Cambiemos. Una porción electoral está en crisis con el oficialismo por la situación económica. Si algún margen tiene el Peronismo Federal, lo tendrá más por anti-kirchnerista que por anti-gobierno”, especuló el consultor político.

El Partido Socialista, Stolbizer y Alfonsín ya se comprometieron a presentar una fórmula presidencial que represente al progresismo en 2019, como alternativa a Cambiemos y al kirchnerismo peronista y no peronista.

“Pero esto no implica estar abiertos al diálogo con el Peronismo Federal y a la posibilidad final de confluir en una fórmula presidencial”, reconoció a La Voz/Los Andes, un dirigente que integra el entorno de Lifschitz. En el Partido Socialista admiten, no obstante, que el sector radical santafesino aliado en el gobierno provincial, “es reticente a buscar algún entendimiento con el Peronismo Federal”.

El trío Lifschitz, Alfonsín y Stolbizer compartirán un panel el próximo jueves en la Capital Federal. Esperan que en la primera fila estén sentado, a modos de invitados, Sergio Massa y hasta el diputado nacional Martín Lousteau.

¿Será posible un encuentro electoral entre el Peronismo Federal y la centroizquierda? Los dirigentes de ambos espacios comparten una premisa que podría allanar el camino: “los límites son Macri y Cristina”.

ULTIMOS ANTECEDENTES ELECTORALES DEL PROGRESISMO

En las elecciones presidenciales de 2011, el socialista Hermes Binner, en fórmula con Norma Morandini, consiguió 3,6 millones de votos; Ricardo Alfonsín-Javier González Fraga, unos 2.4 millones, frente al apabullante 54% de Cristina Fernández-Amado Boudou, con casi doce millones de votos. Aquellas preferencias por Binner y Alfonsín fueron absorbidas por Cambiemos en 2015. Precisamente en la últimas presidenciales, el progresismo estuvo representado por Margarita Stolbizer que reunió 600 mil votos en todo el país, mientras que Sergio Massa (apoyado por De la Sota), sacó 5,3 millones de votos, lejos de las candidaturas de Macri y Scioli, en representación del kirchnerista Frente para la Victoria.