Las tres sobrevivientes de la masacre de Hurlingham, en la que murieron el domingo pasado cinco miembros de una misma familia y un bebé de nueve meses de gestación, permanecían este mediodía internadas aunque una de ellas, la adolescente de 12 años que recibió heridas en sus piernas, podría ser dada de alta en las próximas horas.
Fuentes del Hospital Posadas aseguraron a Télam que la chica estaba siendo sometida a algunos estudios y que posiblemente pueda ser dada de alta durante esta jornada, mientras que los médicos analizaban hoy pasar a su madre Mónica Beatriz Lloret (36), quien estaba embarazada y su bebé nació muerto de un balazo, a una sala común.
"Ambas están siendo asistidas por los especialistas del servicio de salud mental del establecimiento", dijo un vocero del centro asistencial.
En tanto, el director del Hospital Güemes, de Haedo, Marcelo Marmonti, aseguró que la otra sobreviviente, Cinthia López Gotta, "está bien, estable" tras haber sido sometida en las últimas horas a una operación por una fractura en una de sus piernas provocadas por un balazo.
Marmonti señaló hoy a la prensa que López Gotta "llegó con una herida de arma de fuego en la pierna izquierda, en el fémur, que produjo un orificio de entrada y otro de salida. Se le colocaron tutores externos para que el fémur quedara alineado".
Además, explicó que "ayer se le realizó una cirugía definitiva", con la colocación de un clavo en el hueso "para que sane de forma correcta. Desde el punto de vista orgánico, ella se encuentra bien y estable".