La historia de lucha de las gemelas que son estrellas de River

Las gemelas tienen 16 años y llegaron a la Primera División de River Plate tras una larga lucha que ganaron en la Justicia. Delfina y Emilia Zolesio Fernández Blanco son las estrellas del club millonario gracias a la sentencia de un juez que les "abrió la cancha".

​Desde chiquitas fueron juzgadas solo por el hecho de ser mujeres. Entrevistadas para la revista Viva, las gemelas contaron que no las querían ni en el banco de suplentes. "Nosotras no éramos malas, éramos 'mujeres'. A los siete años pudimos empezar con clases en el Club de Amigos, con los varones. Todavía me acuerdo las miradas de los padres: dolían, y mucho. Era horrible entrar a la cancha. Pero tocábamos la pelota y éramos otra vez nosotras dos y la pelota", confesó Delfina.

Las hermanas Fernández Blaco entendieron desde pequeñas que la mejor forma de callar las críticas era jugando a la pelota. Delfina juega "de 5, al medio"; y Emilia, "de 4, por derecha, y a veces, de 8, también por derecha". Viven en Palermo y van al Boston College y piensan continuar sus estudios en Estados Unidos, en el campus de una universidad que les permita jugar al fútbol.

​Las gemelas se sobrepusieron a infinidad de críticas. Cuando jugaron en GEBA desde las tribunas les gritaban: "¡Pegale como si fuese un pibe!". "¡Te está bailando una mujer!""¡Marcala, boludo!". En ese equipo duraron dos años. "Allí no nos querían: antes de jugar firmábamos una planilla en la que no estaban nuestros nombres. Mi mamá los tenía que agregar a mano", recordaron.

La mamá de las chicas terminó haciendo la denuncia en el Inadi por discriminación. Tras una orden judicial pudieron jugar en GEBA y siguieron con El Mundialito del Club de Amigos. Pero la medida cautelar dictada por el juez Carlos Coggi tenía solo un año de vigencia. El plazo no se podía extender sin volver a la Justicia.

Ese mismo año las las chicas salieron campeonas del Mundialito, llegaron a la categoría máxima de hockey en GEBA, salieron campeonas de Futsal y empezaron a jugar en River junto a otras dos chicas: una de Ecuador y otra de México.