El cambio de vida de una estrella de Hollywood después de la cárcel y la fiestas

Lindsay Lohan se recuperó de las adicciones, abrió un club de playa y anunció que dejó atrás su pasado.

Lindsay Lohan
Lindsay Lohan

La cantante y actriz, Lindsay Lohan, atravesó una década de descontrol, escándalos y exposición. En 2007 estuvo presa, por primera vez, por manejar bajo los efectos del alcohol. La segunda fue dos meses después, cuando la arrestaron en Los Ángeles por conducir ebria, con el carnet vencido y con cocaína en el baúl.

Años después, fue acusada de robo y fue obligada a llevar una pulsera de seguridad que solía solía lucir con orgullo en las discotecas de la ciudad.

En 2010 estuvo un par de horas demorada por consumo de drogas y fue obligada a realizar servicios sociales. Uno de ellos: trabajar en la morgue donde se encontraba el cuerpo sin vida de Whitney Houston. Se la acusó de burlarse del cadáver.

Volvió a conducir ebria, agredió a una mujer en un bar, robó un collar. Estuvo más de 300 días en varios centros de rehabilitación. A mediados de 2016, un violento video se viralizó en la que se veía a Lohan agredida por su novio, el millonario ruso Egor Tarabasov.

A los 31 años, encontró la armonía lejos de los medios y de los Estados Unidos. Vivió un tiempo en Dubai y luego, fue a Grecia. "Mi pasado tiene que permanecer en el pasado. La gente tiene que soltarlo y dejar de mencionarlo porque no está... se ha ido. Está muerto", declaró en una entrevista con The New York Times.

Hace pocos meses, inauguró un club en la playa en una isla griega. "Hay una faceta comercial en mi vida ahora, pero no en los Estados Unidos", admitió. "Ya no más fiestas. Soy ahora una persona agradable y normal. Una buena persona. No tengo malas intenciones".

Con más de seis millones de seguidores en Instagram, Lindsay aprovecha su figura de influencer para promocionar su club de playa.