El partido que Colón y Vélez Sarsfield empataban sin goles en Santa Fe por la Superliga fue suspendido "por falta de garantías" a los 22 minutos del primer tiempo por parte del árbitro Andrés Merlos, luego que cayeran repetidamente bombas de estruendo sobre el arco defendido por Rigamonti, del conjunto visitante.
"Es una vergüenza, esto debería ser una fiesta. Hay que erradicar esta locura a la que llaman folclore del fútbol", dijo indignado César Rigamonti tras la suspensión del partido.
Por su parte, Santiago Cáseres, volante de Vélez, opinó: "Está bien la decisión del árbitro, hay que respetarla. Una lastima que los hinchas (por los barras bravas de Colón) sean los que manejan el juego".