La detención en Alemania del expresidente independentista catalán Carles Puigdemont, acusado de rebelión por la justicia española y objeto de una orden de detención europea, llevó este domingo a miles de militantes separatistas a las calles de Barcelona. Los incidentes terminaron con un saldo de tres detenidos y al menos 79 heridos.
La multitud convocada por un grupo radical, los Comités de Defensa de la República (CDR), intentó acercarse a la delegación del Gobierno español, pero la policía catalana les cerró el paso.
Algunos manifestantes lanzaron botellas de cristal y vallas y empujaron contenedores hacia los agentes, que respondieron con porrazos e incluso disparos al aire. Cuando consiguieron dispersar la protesta, los disturbios se expandieron por otras calles en las que se llegaron a formar barricadas con contenedores quemados.
Los altercados se saldaron con 79 heridos leves en Barcelona, entre ellos 13 policías, según los servicios de emergencias de la región.
Puigdemont "fue arrestado por una patrulla de la policía de tráfico en Schleswig-Holstein", un estado del norte de Alemania, indicó un portavoz de la policía alemana, que explicó que la detención se hizo en virtud de una euroorden.
El líder separatista había viajado a Finlandia, cuyas autoridades recibieron la orden de detención europea emitida por la justicia española, para reunirse con diputados de este país y participar en un seminario en la universidad de la capital finlandesa. El expresidente catalán había viajado a Dinamarca en enero y a Suiza, en marzo, sin sufrir ningún contratiempo.
Pero al menos en esta ocasión lo seguían los servicios de inteligencia españoles, que alertaron a sus homólogos alemanes. "Puigdemont fue detenido en Alemania gracias a una operación conjunta de la policía y del CNI (Centro Nacional de Inteligencia español)", indicó la policía alemana en un tuit.