Este viernes se confirmó una noticia que ya se veía venir: Alberto Abad renunció a su puesto de titular de la Administración Federal de Ingresos Públicos (AFIP), cargo que será ocupado a partir de abril por Leandro Cuccioli.
A pesar de que negara presiones y peleas con integrantes del Gabinete nacional, hubo diferencias con otros funcionarios del Gobierno que motivaron su renuncia, entre otros motivos recopilados por Santiago Fioriti para el diario Clarín.
Sus principales cortocircuitos se dieron con Mario Quintana y Gustavo Lopetegui, dos hombres muy cercanos al jefe de Gabinete Marcos Peña. Tampoco había buena relación con el ministro de Hacienda, Nicolás Dujvone.
A su vez, algunas fuentes oficiales señalaron a Abad como una persona que no encajaba con el modelo de trabajo del bloque: "A Alberto lo acusaban de ser muy personalista, de olvidarse para quién trabajaba y de desconocer que este espacio tiene una determinada manera de manejarse", señaló un funcionario.
Otro tema que generó un desgaste en su posición fue la filtración de los nombres de quienes adhirieron al blanqueo de capitales que impulsó el Gobierno, el cual debía ser secreto y que incluía los nombres de varios conocidos de Macri.
La situación del ex titular de la AFIP también quedó bajo la lupa cuando una investigación conjunta de su propio organismo y de la Agencia Federal de Inteligencia (AFI) detectó “una red corrupta de empleados del organismo recaudador que vendía información protegida por el secreto fiscal”
A todo eso deben agregarse roces y tensiones por la deduda de OCA con la AFIP y también el conflicto con el Grupo Indalo, de Cristóbal López. Todos estos factores terminaron resultando un combo letal que finalizó con la renuncia anunciada de Abad.