La Corte de Apelaciones de Santiago condenó a penas de prisión a cinco antiguos agentes de Augusto Pinochet por dos asesinatos de opositores cometidos durante la dictadura (1973-1990).
En el primer fallo, la Octava Sala del tribunal de alzada condenó al general Raúl Iturriaga Neumann y al coronel Gerardo Urrich González a quince años y un día de prisión como autores del homicidio calificado del estudiante de Periodismo José Hernán Carrasco Vásquez, ultimado en diciembre de 1975 en las afueras de Santiago.
Según el expediente del caso, investigado por el juez especial Leopoldo Llanos, Carrasco, de 27 años, militaba en el Movimiento de Izquierda Revolucionaria (MIR) y fue detenido por la DINA (Dirección de Inteligencia Nacional) a fines de 1974, que lo torturó durante varios meses.
En febrero de 1975 apareció junto a otros tres prisioneros del MIR en una rueda de prensa montada por la DINA, en la que llamaron a sus compañeros a poner término a la resistencia armada contra la dictadura.
En el segundo fallo, la Tercera Sala de la Corte santiaguina condenó a cinco años y un día de presidio a los exagentes Manuel Morales Acevedo, Pedro Guzmán Olivares y René Valdovinos Morales por el homicidio calificado del militante comunista Marcelino Marchandón Valenzuela, cometido el 8 de diciembre de 1986.
En este caso, el juez especial Mario Carroza estableció que Marchandón, de 28 años, fue delatado como comunista por un infiltrado en el partido y horas después de ser detenido fue ejecutado en las cercanías de un cuartel de la Central Nacional de Informaciones (CNI), organismo que reemplazó a la DINA a fines de los años 70.
Durante la dictadura de Pinochet, según datos oficiales, unos 3.200 chilenos murieron a manos de agentes del Estado, de los que 1.192 figuran aún como detenidos desaparecidos, y otros 33.000 fueron torturados y encarcelados por causas políticas.