Elizabeth Ávalos, una argentina de 27 años, lleva ocho meses buscando desesperadamente a su hija Alum, de 7 años. La mamá no ve a la nena desde que el padre se fue con ella sin permiso desde el barrio porteño de Flores en una travesía que incluyó cruzar Bolivia, Brasil para volar a Malasia y recorrer Indonesia, países que Ávalos recorre en busca de pistas que le permitan encontrarlos.
El papá de Alum, Jorge Gabriel Langone, fue a buscarla el 5 de junio de 2017 a su escuela en Flores. Según la denuncia, el hombre se fue del país con la nena y bloqueó toda comunicación con la madre.
"Es inexplicable la sensación, no encuentro palabras para explicarlo. Una madre o un padre pueden imaginarlo, la sensación es que te falta oxígeno", contó Ávalos desde Malasia, en una entrevista telefónica con la agencia EFE.
Al momento de la desaparición, la mujer y Langone se encontraban en el proceso judicial para dirimir la custodia de Alum, que finalmente fue otorgada a la madre, cuando se comprobó que su expareja había abandonado el país con la hija.
Los dos adultos tienen una orden de búsqueda y captura de la Interpol y sus pasaportes anulados. En tanto, Alum se encuentra en la lista de personas desaparecidas de esa organización de policía internacional.
Según el testimonio de la mamá, Langone, de 41 años, sigue viajando con la nena y también con su actual pareja, Candela Soledad Gutiérrez, de 35 años, probablemente por el sudeste asiático.
Testigos que ayudaron a Langone a cruzar la frontera dijeron a Ávalos que los fugitivos viajaron a finales de diciembre desde el estado de Johor, en el sur de Malasia, a Batam, en el noroeste de Indonesia, y desde allí continuaron en barco hacia Yakarta.
