Nahir Galarza, la joven de 19 años que confesó haber asesinado a su novio de dos balazos, ya está cumpliendo prisión preventiva en la Comisaría del Menor y la Mujer de Gualeguychú, donde esperará el inicio del juicio oral. Mientras tanto, salió a la luz otro hecho policial del que fue protagonista hace tres años y que podría ser tenido en cuenta a la hora de determinar su perfil psicológico.
Cuando tenía 16 años, la acusada por el crimen de Fernando Pastorizzo estuvo todo un día desaparecida y después, sostuvo que había sido secuestrada por personas que la drogaron y la subieron por la fuerza a un auto.
Según su relato, ella perdió el conocimiento y se despertó recién de noche en un terreno baldío. Los médicos de la policía que la revisaron en ese momento no encontraron ningún indicio de que hubiera sido víctima de un delito sexual y, al no poder acreditar lo que había denunciado, el caso fue archivado.
Ahora, ese hecho podría cobrar relevancia en el marco de una nueva investigación. Se espera que en febrero, cuando termine la feria judicial, la adolescente sea sometida a pericias psicológicas y psiquiátricas para conocer su personalidad y entender si está en condiciones de enfrentar el proceso.
