A 18 días del último contacto con el submarino ARA San Juan, el operativo de la Armada se centra en verificar las pistas que arrojó el barrido hecho alrededor del punto en el que se detectó una explosión el 15 de noviembre, tres horas después del último contacto que se pudo establecer con la tripulación.
La pista sobre la que se intenta avanzar ahora es una detección ubicada a 950 metros de profundidad, una de las tres que quedan por investigar. Enrique Balbi, vocero de la Armada, explicó que durante la madrugada se traslado hacia este punto al aviso Islas Malvinas, que lleva al Pantera Plus, una pieza clave para esta etapa del operativo. Es un equipo no tripulado capaz de operar a una profundidad máxima de 1.000 metros y está dotado de un sonar que escanea el fondo del mar; además de cámaras que permiten captar imágenes para que sean chequeadas en tierra.
El nuevo indicio es un "contacto metálico" que había sido detectado por el buque Cabo de Hornos y por el Skandi Patagonia. El operativo se complicó con el mal tiempo y no permitió durante la primera parte del día que el Pantera se sumergiera.
¿Qué tecnología se sumará para seguir con la búsqueda? Un robot ruso que se sumerge cada día a las profundidades del Atlántico Sur para registrar imágenes que permitan confirmar o descartar si allí se encuentra el ARA San Juan; seis barcos rastrillando un área de operaciones que días atrás se acotó a 4 mil kilómetros cuadrados; y tres minisubmarinos con capacidad de bajar hasta los 6.000 metros a punto de sumarse