A partir de la confirmación de la explosión, en las próximas horas será clave la búsqueda en el fondo del mar. Para ello, el buque remolcador Skandi Patagonia partió ayer con drones submarinos que pueden patrullar hasta 1200 metros de profundidad. También llevó a la zona de rastrillaje, entre otros elementos, una campana acuática que llega a sumergirse hasta 250 metros.
Además, durante las últimas horas de ayer zarpó el buque Puerto Argentino hacia la zona de rastillaje, también con elementos para eventuales tareas de rescate. También, se trabajó ayer en el Sophie Siem para retirar el chapón de la popa e instalar el mini submarino que trajo a la Argentina la Armada de los Estados Unidos.
Este mini submarino, que todavía no se utilizó en una operación de rescate, tiene la capacidad de ser operado de manera remota, se sumerge a 650 metros con dos médicos para las tareas de rescate en el lugar, además de albergar hasta 16 personas con una campana de salvamento que puede operar.