Para Trump el tiroteo de Texas es un problema de salud mental y no de posesión de armas

 "Afortunadamente, alguien más tenía un arma que disparó en la dirección opuesta", dijo el presidente de Estados Unidos.

Donald Trump. (Bloomberg).
Donald Trump. (Bloomberg).

El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, consideró que el tiroteo ocurrido el domingo en una iglesia bautista en los alrededores de San Antonio, Texas, donde un hombre asesinó a balazos a al menos 26 personas, no hay que abordarlo desde el debate de la posesión de armas, sino desde la "salud mental".

"No es una situación de armas", fue la inmediata respuesta del mandatario durante una conferencia de prensa en Tokio -donde se encuentra en el marco de su gira por Asia-, cuando le preguntaron si una ley de armas más estricta en su país es la respuesta ante este tipo de matanzas masivas, cada vez más frecuentes en Estados Unidos.

"Creo que la salud mental es el problema aquí", dijo Trump, que aseguró basarse en "informes preliminares" que indican que el autor -identificado como Devin P. Kelley- es "un individuo muy trastornado, con una gran cantidad de problemas durante un largo período de tiempo", informó el Washington Post en su edición online.

Acto seguido, el republicano argumentó que la situación ayer pudo ser mucho peor de no ser porque "afortunadamente, alguien más tenía un arma que disparó en la dirección opuesta", aludiendo a un residente local, que armado con su propio fusil se enfrentó a Kelley cuando salía de la iglesia y comenzó a disparar, lo que lo llevó al atacante a huir en su vehículo.

"Fue un ataque espeluznante en una iglesia de una zona preciosa; qué triste, quién podría pensar que algo así podría pasar", dijo el mandatario estadounidense que al inicio de la rueda de prensa envió sus condolencias a los familiares de las víctimas y señaló que EEUU "siempre es más fuerte cuando estamos unidos".