El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, anunció este viernes que no volverá a certificar el acuerdo nuclear con Irán, firmado junto con las principales potencias del mundo en 2015, lo que obligará al Congreso norteamericano a debatir y votar si Washington se mantiene dentro del convenio o si impone nuevas condiciones, una opción que desató críticas de sus socios europeos, Rusia e Irán.
Aunque formalmente estas son las opciones legales del Congreso, Trump le pidió específicamente al Poder Legislativo que revise el acuerdo nuclear, firmado en 2015 junto a Irán, Reino Unido, China, Rusia, Francia y Alemania, y corrija los "defectos graves" del texto negociado internacionalmente para que Teherán "nunca, nunca, obtenga un arma nuclear".
En concreto, le pidió a sus aliados republicanos en el Congreso, que controlan ambas cámaras, que establezcan límites unilaterales o "líneas rojas" que garanticen, según su visión, el cumplimiento del acuerdo nuclear. Por la ley vigente, el Capitolio tiene 60 días para ratificar el pacto y aprobar cualquier cambio.
Pese a las constantes denuncias de la Casa Blanca, todos los otros países firmantes del acuerdo sostienen que Teherán está respetando los compromisos asumidos hace dos años. Por eso, desde Teherán y con un mensaje extremadamente duro, el presidente iraní, Hassan Rohani, le contestó a Trump y le aclaró que "no es posible que un solo país no certifique el acuerdo", un texto que es "un documento internacional, ratificado por el Consejo de Seguridad de la ONU".
Trump "no sabe que ninguna cláusula o ley puede ser agregada al JCPOA (sigla del nombre completo del acuerdo)", explicó Rohani y le sugirió al presidente estadounidense que tome clases de derecho internacional, además de historia y geografía, según un mensaje a la nación televisado y difundido por la cadena de noticias CNN.
La jefa de la diplomacia de la Unión Europea (UE), Federica Mogherini, coincidió con Rohani y destacó que "no está en manos de ningún presidente de ningún país del mundo ponerle fin" al acuerdo.
Sin embargo, Trump fue contundente en su discurso de este viernes al adelantar que, si el Congreso estadounidense no logra modificar el acuerdo o si sus aliados internacionales no lo aceptan, el pacto "será cancelado" y advirtió que él puede suspender el pacto cuando quiera, algo que sus socios y rivales internacionales, la oposición demócrata y la mayoría de los analistas especializados en el tema no comparten.
El mandatario norteamericano argumentó que la República Islámica no está respetando "el espíritu" del acuerdo, cuyo cumplimiento fue debidamente certificado por el Organismo Internacional de Energía Atómica, la institución designada por el texto negociado por las principales potencias del mundo durante dos años.