En Cataluña se lleva adelante este martes una jornada de "paro general" con cortes de ruta y concentraciones masivas en rechazo a la represión policial al referéndum de secesión unilateral del domingo último, en un momento en el que el gobierno regional se instaló en la rebeldía con la intención de romper definitivamente con España.
"Hoy es una jornada de protesta democrática, cívica y digna. No nos dejemos llevar por las provocaciones. El mundo lo ha visto: somos gente pacífica", fue el mensaje que el presidente catalán, Carles Puigdemont, envió vía Twitter al pueblo de Cataluña.
La protesta, bautizada como "Paro de País", es inédita, ya que reúne a sindicatos de todo tipo, la patronal, las organizaciones independentistas, además del gobierno regional y algunos partidos políticos.
Un total de 46 rutas en toda Cataluña estaban cortadas, alguna de ellas por tractores de agricultores, mientras en la ciudad de Barcelona eran numerosos los puntos donde se realizaban protestas.
Tras el referéndum que resultó favorable a la secesión, Puigdemont dijo que trasladaría el resultado al Parlamento catalán, que según la ley de la consulta elaborada por los propios independentistas, debe declarar la independencia en un plazo de 48 horas.
Desde el gobierno, el ministro del Interior, Juan Ignacio Zoido, acusó al gobierno de Cataluña de alentar "la rebelión" en la región. "Estamos viendo cómo el gobierno de la Generalitat empuja cada día al pueblo catalán hacia el abismo y alienta la rebelión en las propias calles de la ciudad", afirmó Zoido, y remarcó que se van "a tomar todas la medidas que sean necesarias para frenar los actos de asedio".