Tras el triunfo del "Sí" en el referéndum de secesión unilateral de Cataluña, que quedó marcado por la represión policial ordenada por el gobierno central de Madrid, el presidente catalán, Carles Puigdemont, reveló este lunes sus próximas cartas, llamó a una "mediación internacional" y apoyó un "paro" convocado para mañana en la norteña región española.
Luego de la tensa jornada de votación, en la que la Policía Nacional y la Guardia Civil reprimieron a votantes bajo el argumento de que se trataba de una actividad ilegal, tanto el gobierno del presidente Mariano Rajoy como Puigdemont recalibraron sus estrategias.
El líder separatista pidió este lunes "una mediación internacional" ante la violación de los derechos fundamentales y libertades de los catalanes, así como la retirada de territorio catalán de las fuerzas policiales responsables del operativo, que dejó 893 heridos, dos de ellos graves.
"El momento aconseja mediación, y la mediación requiere la presencia de un tercero, y tiene que ser un actor internacional, para que sea eficaz", afirmó Puigdemont en conferencia de prensa tras una reunión del Ejecutivo regional, que decidió crear una comisión de investigación para apoyar a las "víctimas de la represión policial" del Estado español.
Mientras el jefe separatista hacía la evaluación política del día después del polémico referéndum, al mediodía, frente a los centros de trabajo, especialmente en las instituciones públicas como los ayuntamientos, con Barcelona a la cabeza, se llevaron a cabo concentraciones en rechazo a la represión policial.
En medio del nuevo escenario, la Comisión Europea (CE) llamó este lunes a dialogar a "todos los actores" en el conflicto catalán, subrayó que "la violencia nunca puede ser un instrumento en política" y destacó que el referéndum de ayer en Cataluña no fue legal según la Constitución española.