Los independentistas catalanes consumaron hoy su desafío y votaron de forma aplastante a favor de independizarse de España en un referéndum unilateral declarado ilegal por el gobierno central, que intentó impedirlo utilizando la fuerza de la Policía Nacional, que irrumpió en centros de votación y dejó a su paso cientos de heridos y una imagen impactante para Europa.
"Cataluña se ha ganado el derecho a ser un estado independiente en forma de república", dijo el presidente del gobierno catalán, Carles Puigdemont, antes de dar a conocer los resultados de la votación, y dejó abierta la puerta a una declaración unilateral de secesión.
De acuerdo con el escrutinio, el Sí a la independencia se impuso de forma aplastante con un 90 por ciento de los sufragios (2.020.144), frente a 7,8 por ciento (176.566) que votó No, mientras 2 por ciento (45.586) fueron votos en blanco y 0,89 por ciento (20.129) nulos, según anunció el gobierno catalán, que cifró la participación en 2.262.424 votantes.
A pesar de que se trata de una cantidad inferior a la de la consulta simbólica del 9 de noviembre de 2014, cuando votaron 2,3 millones de personas, equivalentes a un 37 por ciento del censo, el escenario de excepción llevó a que el gobierno catalán diera por legítimo el resultado.
"Cataluña ha demostrado que ama a la democracia y el derecho a voto, y lo ha tenido que demostrar en condiciones adversas", sostuvo el vicepresidente de la región, Oriol Junqueras, uno de los encargados de anunciar los resultados.
Previamente, Puigdemont había dado un paso estratégico apelando a la intervención de la Unión Europea (UE) tras afirmar que "el Estado español ha escrito hoy una página vergonzosa de la historia en su relación con Cataluña".