Son horas tensas y decisivas las que se viven por estos momentos en toda España, en virtud del referéndum de autodeterminación que se votará este domingo en Cataluña. Y en ese sentido, el primer ministro español Mariano Rajoy advirtió a su par catalán.
El gobierno de Rajoy le avisó al presidente catalán, Carles Puigdemont, que las fuerzas de seguridad estatales tienen la orden de actuar con firmeza para impedir que el próximo domingo 1 de octubre se celebre el referéndum sobre la independencia, declarado ilegal por los tribunales españoles.
"Estamos porque se cumpla la legalidad y se respete el Estado de Derecho. Si se quiere hacer un acto ilegal actuaremos con absoluta determinación", sostuvo José Antonio Nieto, viceministro del Interior, al salir de una reunión de coordinación de seguridad en Barcelona en la que coincidió con Puigdemont.
Así las cosas, la Policía Nacional y la Guardia Civil se dispondrán a acordonar los colegios electorales y, de ser necesario, requisar las urnas para que sea imposible votar.
No obstante los Mossos d'Esquadra, la policía autonómica catalana, se resisten a participar de los operativos contra el referéndum. "Lo importante es la salvaguardia de la convivencia. No queremos generar problemas más grandes de los que se quieren resolver", anunció el conseller (ministro) de Interior de la Generalitat y jefe político de los Mossos, Joaquim Forn.
Inclaudicable en sus convicciones, Puigdemont arengó: "Habrá muchas dificultades, pero votaremos. A cada obstáculo, dos esperanzas".