Alberto Cormillot contó cómo vivió los últimos minutos de vida de su ex mujer: "Me dejó un agujero en el alma"

El doctor sigue muy triste por la pérdida de Mónika, la madre de sus dos hijos.

El doctor Cormillot aún no puede recuperarse de la muerte de Mónika, su exesposa. Foto: Web.
El doctor Cormillot aún no puede recuperarse de la muerte de Mónika, su exesposa. Foto: Web.

Alberto Cormillot no puede disimular su tristeza al hablar de su ex esposa Mónika, fallecida el pasado 2 de septiembre a los 75 años por un cáncer de pulmón. A pesar de que estaban separados desde 1976 (hace 41 años), ella era su fiel compañera y madre de sus dos hijos, Adrián y Reneé.

En una entrevista con la revista Gente, el reconocido profesional de la salud abrió su corazón y relató cómo fueron los últimos minutos junto a Mónika.

​"Estábamos esperando el final. Pasaron así cinco o seis horas... Hablé con un enfermero y me preguntó: '¿Está esperando a alguien? ¿Falta alguno de la familia?'. Mi hijo Adrián no podía venir: estaba hecho mierda. Entonces me acerqué a la cama de terapia donde estaba Mónika y le hablé casi al oído: 'Quedate tranquila. Podés irte. Adrián no va a venir, está llorando en casa'", comenzó diciendo Cormillot.

Entre lágrimas, siguió: "Al minuto mi hija (Reneé) me señala el aparato que mide el ritmo cardíaco. 'Mirá papá se detuvo, la línea está lisa'. Ya estaba todo. Después le pregunté al enfermero: '¿Por qué me dijiste si estábamos todos?'. Me respondió: 'Porque ellos siempre esperan a alguien. Lo vi infinidad de veces'".

"La extraño mucho. Muchísimo. Me dejó un agujero en el alma. ¿Viste que siempre dicen que nadie es indispensable? Mónika ponía en duda eso: era indispensable. Ella trabajó acá hasta el último día (por su clínica). Para mí, estuvimos 56 años juntos", aseguró Alberto.

"Siempre nos llevamos bien. Eso no cambió. Ella manejaba todo, incluido lo económico. Le tenía confianza absoluta. Yo no sé hacer un cheque... Ahora tengo que aprender, y estoy grandecito. Me despedí, le dije que la quería. Ella no sabía que yo me estaba despidiendo. Estaba muy confusa, tenía falta de oxígeno, decía que se ahogaba", agregó.

En tanto, recordó con alegría cuando se casaron y se fueron de luna de miel: "Dos años de novios y nos casamos. Hicimos una luna de miel delirante para la época; la pagué parte al contado y otra en 32.000 cuotas. Fueron casi tres meses: México, Nueva York, San Francisco, Los Angeles, Londres, París, Madrid, Berlín, Munich, Ausburg, Milán, Roma, Nápoles, Capri, Egipto, Siria, Líbano, Grecia, la Costa Azul, Barcelona... y cuando volvimos estábamos sin un mango".