Luis Sandoval, estudiante avanzado de Ingeniería Industrial de la Universidad de San Martín (Unsam), desarrolló el prototipo de un brazo mioeléctrico -con una impresora 3D y la plataforma de hardware abierto Arduino-, con la idea de poner su invento a disposición de personas de bajos recursos que tengan miembros amputados.
"La idea se me ocurrió porque yo trabajo como administrativo en el Instituto de Ciencias de la Rehabilitación y el Movimiento (Icrym) -que pertenece a la Unsam-, donde van pacientes de bajos recursos que no pueden acceder a una prótesis mioeléctrica porque son muy caras (el costo puede partir de los 30.000 pesos, dependiendo de su complejidad)", contó Sandoval en diálogo con Télam.
Así fue cómo el estudiante de 42 años empezó a trabajar, dentro del marco de su tesis de graduación, en el desarrollo de la prótesis, cuyo primer prototipo fue presentado el último fin de semana en la Exposición Internacional de la Industria Eléctrica, Electrónica y Luminotécnica BIEL Light + Building, que se desarrolló en la Ciudad de Buenos Aires.
"El brazo está armado y funciona, pero todavía no se podría montar en un paciente porque los motorcitos no resistirían el peso necesario. Es decir, funciona pero hay que mejorarlo", aclaró el estudiante.
Para esta primera parte de su trabajo, Sandoval contó con la asistencia del profesor de la cátedra Automatización y Control, Juan Carlos Mollo, que lo ayudó con el aspecto electrónico de la prótesis. Mientras que el director de la carrera de Órtesis y Prótesis, Daniel Kogan, lo asisitió con conocimientos de anatomía.
Para la impresión de este primer prototipo, Sandoval utilizó una impresora 3D del Instituto y la parte electrónica la configuró con la plataforma de hardware abierto Arduino, una pequeña placa de bajo costo que se emplea para desarrollos robóticos.
Por otra parte, descargó de un sitio web con licencia de libre uso los planos necesarios para su desarrollo, los que luego modificó para adaptarlos a su idea. La misma fue dar un paso más para asistir a pacientes con amputaciones y así, en lugar de trabajar con prótesis mecánicas -que suelen tener limitaciones de movimientos porque necesitan de la energía propia y requieren hacer movimientos de tensión para su funcionalidad-, enfocarse en prótesis mioeléctricas.
"El brazo actuaría como una tenaza, con articulaciones en los dedos y tal vez la muñeca. Es decir, sería como un brazo estático, donde hay un movimiento de pinza en la mano", explicó.
Según las estimaciones del estudiante, su idea es contar hacia febrero o marzo de 2018 con un modelo terminado para probarlo en personas.
"Mi intención no es comercializar las prótesis, sino poder ponerlas a disposición de pacientes con bajos recursos. Es decir, no quiero ganar dinero con esto sino ayudar a las personas", aclaró el hombre, que vive en la ciudad bonaerense de Gregorio de Laferrere.