Tras recuperarse de coronavirus, Guillermo Andino tuvo un emotivo regreso a la televisión: "Me asusté mucho"

El conductor habló sobre su recuperación de coronavirus y contó que ya había estado seis meses en aislamiento antes.

Andino
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Tras casi dos semanas de aislamiento y recuperación de un cuadro de coronavirus, Guillermo Andino regresó a la pantalla de Informados de todo. El conductor decidió contar sobre su experiencia y los momentos que vivió al dar positivo en su retorno al programa.

"Me asusté mucho, el miedo es no poder contarla. Veía mucha gente que la estaba pasando mal y pensaba si me iba a tocar a mi o no. Pensaba, 'qué pasa si la cosa viene mal. Cómo dejo mi casa, mi familia'", explicó el conductor muy emocionado.

El periodista recordó que a sus 20 años tuvo un cuadro de tuberculosis: "En el año 1988 yo me tuve que aislar seis meses en una quinta que mi familia tenía en Moreno. Era muy contagioso y yo no quería contagiar a nadie".

Siguiendo su relato, Andino contó que tuvo miedo porque está situación era muy diferente a la anterior y pensaba en su familia: "Yo no tuve fiebre pero tuve dos días con mucho dolor de cabeza casi insoportable. Empecé a rezar y me dormí cinco horas y me desperté bien".

Guillermo Andino contó sobre su recuperación. (Captura)
Guillermo Andino contó sobre su recuperación. (Captura)

Con lágrimas en los ojos, el periodista nombró a su padre, el periodista Ramón Andino: "Soñé, yo nunca sueño. Cuando estamos en las mesas familiares me cargan porque todos sueñan y yo no. Y soñé que caminaba con mi viejo por la playa, sin hablar".

"Me desperté, se lo conté a Caro (Prat), y a los días me empecé a sentir mejor. Lo que quería era que me dieran el alta, por suerte lo pasé sin problemas respiratorios", relató Andino.

Guillermo Andino junto a Carolina Prat (Instagram/caro_prat)
Guillermo Andino junto a Carolina Prat (Instagram/caro_prat)

Sobre su sueño con su padre, Guillermo detalló: "Él se reía y yo iba hablando, entonces lo tome como un mensaje positivo. Y a partir del octavo o noveno día me empecé a sentir mejor".

"Me puse perspectivas. Escribí un diario de lo que me pasó. Lo hacía a la noche porque sabía que si lo hacía de noche le había ganado un día más al coronavirus. Ramón me hizo un dibujito todos los días y cuando tenía el último preparado, le dije que me lo iba a dar en la mano. Cuando abrí esa puerta era un mar de lagrimas porque dije: 'zafé'", concluyó.